SANTO DOMINGO.-La Asociación de Cronistas de Arte y la Cervecería Nacional Dominicana aquilataron su premiación este martes en la noche al combinar una equilibrada y justa elección de ganadores con un balanceado espectáculo, en el que concurrieron artistas de las más diversas generaciones.
Reponiéndose del traspié de la producción del año pasado, en que la producción no fue lo prometido ni lo esperado, esta vez el ceremonial fue regio, consistente en su temática y espectacular.
Por eso, a la salida del Teatro Nacional el público y los artistas calificaban de excelente la premiación que tuvo como sede la Sala Eduardo Brito y con la que se rinde honor a la insigne artista Casandra Damirón.
No se puede afirmar que la elección hecha por Acroarte fue perfecta, pero estuvo cerca de lo más justo que podría lograrse en una competencia de este tipo. Sin errores que lamentar, una de las mejores selecciones de la historia de los premios Casandra.
La transmisión televisiva, dirigida por René Brea, estuvo a la altura de las más codiciadas premiaciones internacionales. Era obvio que el soporte técnico de Telecentro era de primera. Cumplió Nelson Guillén lo prometido.
La calidad del espectáculo no solo la aportaron los artistas elegidos y el show ideado por Guillermo Cordero con su "Fábricas de Sueños, sino la asistencia al mismo de consagradas figuras del arte dominicano que desfilaron por el escenario, entre ellos Juan Luis Guerra, Freddy Beras Goico, Cecilia García, Johnny Ventura, Luisito Martí y Lope Balaguer, este último homenajeado con un segmento en el que participaron las mejores voces nacionales.
La presencia de César Evora y Chayanne dió el toque Internacional al ceremonial, pero también la actuación juntas por primera vez de Milly Quezada y Olga Tañón.
Papi Sánchez le dio el toque de la musica de hoy, el hip hop, con un segmento vibrante en escena.
Luisito Martí dio el el toque humorístico más celebrado, luego que Cecilia García y Freddy Beras Goico se expusieran como dos de nuestros más depurados artistas nacionales.
Con razón ellos merecieron sendos Casandra por su paso por los escenarios el año pasado.
respondió a la expectativa al menos de su membresía, zarandeada por críticos que pocas veces les reconocen méritos.
Juan Luis Guerra, no solo sumó prestigio con su presencia en el premio, sino que lo elevó con un segmento musical al final propio de su categría de artista.
Los tiros de cámaras fueron apropiados para cada ocasión. La escenografía de Fidel López fue un acto de magia. Las luces, apropiadas para cuando se quiere montar una fabrica de sueños.
Tania Báez y Luis Manuel Aguiló se ajustaron a un guión y un espectáculo en los que las estrellas no eran ellos. Entendieron que, simplemente, lo suyo era facilitar que el show ocurriera, y lo hicieron de manera perfecta y divertida.
El guión no fue algo estupendo, pero logró lo que se perseguía, una noche entretenida, que descongestionara a los dominicanos de los mismos chistes a costa de los políticos y que hace que la gente ría con dolor.
Acroarte y la Cervecería, reforzada con Verizon, hanbrán de sentirse satisfecha por el logro, Criticas no faltarán, y hasta necesarias serán, para que el público se fije más en lo bueno de este ceremonial y premiación. Deslucieron las ausencias: Francisco Casanova y María Castillo, y de otros que tendrían sus razones para no acudir al ceremonial.
Fausto Polanco y su equipo de Acroarte, pueden estar tranquilo, no necesitarán defenderse de los francotiradores, de aquellos que esperaban que se hundiera el barco, la gente lo hará por ustedes.