SAN DIEGO, California.- Japón se coronó campeón del Clásico Mundial de Béisbol al vencer a Cuba 10-6, en partido final jugado anoche aquí. El partido concluyó a la 1:55 de la madrugada en la que los japoneses se volvieron a imponer a los cubanos, esta vez en un nivel muy superior de béisbol al de las ocasiones anteriores.
Japón selló su victoria al caer ponchado Yulieski Gourriel, con lo que terminaron las esperazas de los cubanos. Fue la primera victoria japonesa en un torneo grande desde que conquistaron el primer lugar en la Copa Intercontinental de 1997. En sus 10 viajes a la final de torneos grandes, solamente habían ganado en otra ocasión (1973), también en la Copa Intercontinental.
Los asiáticos también ganaron el mundial de 1973 en Italia y la medalla de oro en las olimpiadas de Los Angeles en 1984, cuando el béisbol era un deporte de exhibición en el menú olímpico.
Japón, por poco queda fuera del torneo, pero se repuso y venció a todos los equipos que encontró por delante, entre ellos Corea que le dio batalla en la serie.
Daisuke Matsuzaka permitió apenas una carrera en cuatro entradas e Ichiro Suzuki anotó tres veces para guiar a Japón a su primer título internacional desde el mundial amateur de 1997 en España.
Cuba, actual campeón de la Copa Mundial, Juegos Olímpicos y Copa Intercontinental, no pudo completar el tetracampeonato, pero se fue con la dulce experiencia de haber enfrentado de igual a igual a los peloteros profesionales.
Una multitud de 42,696 llenó por completo el estadio de los Padres de San Diego para presenciar la final del primer campeonato mundial de béisbol con peloteros de las Grandes Ligas.
La final fue un careo entre la potencia asiática del béisbol, donde el "yakyu" supera en popularidad al fútbol y otros deportes, y el campeón olímpico y mundial.
Cuba tiene una amplia ventaja en sus partidos contra Japón en las olimpiadas, mundiales y la Copa Intercontinental, aunque ha caído en sus dos últimas salidas frente a los asiáticos. En ambas ocasiones, el rival en el montículo era Matsuzaka, nombrado jugador más valioso del campeonato.
El derecho lanzó ocho entradas en blanco en los Juegos Olímpicos de Atenas del 2004, en los que Japón venció 6-3 a Cuba en la ronda preliminar. Los caribeños tienen marca de 33-5 contra Japón.
Los cubanos dejaron en el camino a las tres potencias latinoamericanas del béisbol, Venezuela, Puerto Rico y República Dominicana, y a pesar de sus credenciales internacionales, pocos esperaban que llegara hasta la final.
El ataque nipón madrugó al abridor Ormari Romero, quien no duró la primera entrada.
Tsuyoshi Nishioka conectó un sencillo al cuadro y se robó la segunda. Suzuki recibió boleto, y Nobuhiko Matsunaka bateó otro hit al infield para llenar las bases y sacar a Romero del montículo.
El relevista Vicyhoandry Odelín golpeó al próximo bateador, Hitoshi Tamura, para impulsar la primera carrera. Después de abanicar a Tomoya Satozaki, le otorgó pasaporte a Michihiro Ogasawara y llevó la segunda carrera al plato.
Acto seguido, Toshiaki Imae disparó una roleta al jardín central que remolcó a Matsunaka y Tamura para las otras dos rayas.
Eduardo Paret contestó en la baja de la primera, con un jonrón solitario en el cuarto envío de Matsuzaka.
Japón agregó dos en la quinta contra el relevista Norberto González, quien cedió un doble a Suzuki y sencillo a Matsunaka. Yadier Pedroso reemplazó a González, y Tamura le dio la bienvenida con un sencillo remolcador.
Satozaki avanzó a los corredores con un toque, y Adiel Palma sustituyó a Pedroso. Ogasawara bateó un elevado de sacrificio frente al nuevo pitcher para la sexta raya.
Cuba tuvo un prometedor rally en la sexta, con el relevista Shunsuke Watanabe en la lomita y un out en la pizarra.
Yulieski Gourriel llegó a primera en un error del campocorto Munenori Kawasaki. Fue la primera pifia del torpedero, que hizo dos espectaculares jugadas con el guante.
Ariel Borrero conectó sencillo y Frederich Cepeda le siguió con una línea de doble por el jardín izquierdo que llevó a Gourriel al plato. Osmani Urrutia disparó sencillo remolcador, pero el designado Yoandry Garlobo cayó en una doble matanza que cerró el inning.
Cepeda produjo otras dos carreras en la octava con un jonrón con Gourriel en base.
Japón marcó la séptima en una jugada apretada en el plato en la novena, en la que aseguró el partido con cuatro carreras.
Kawasaki se embasó en una jugada de selección y llegó a segunda con toque Nishioka. Suzuki bateó una línea al bosque derecho, y el patrullero Urrutia lanzó un dardo al plato. El catcher Ariel Pestano bloqueó el plato, aunque Kawasaki alcanzó a meter su mano derecha al lado del pie izquierdo del receptor.
Después de una base por bolas a Matsunaka, el emergente Kosuke Fukudome impulsó dos con una línea al jardín izquierdo, y Ogasawara remolcó la otra con elevado de sacrificio. Cuba descontó una en la novena.
Irónicamente, el japonés Ichiro Suzuki, de los Marineros de Seattle, fue el único jugador de las ligas mayores que abrió en el partido.
Suzuki pegó dos hits y anotó tres carreras, el bateador designado Nobuhiko Matsunaka pegó tres hits y anotó dos veces, en tanto que el jardinero Hitoshi Tamura, el inicialista Michiniro Ogasawara, el antesalista Toshiaki Imae y el bateador emergente Kosuke Fukudome remolcaron dos carreras cada uno.
El estelar abridor japonés Daisuke Matsuzaka, quien había derrotado a los cubanos en los Juegos Olímpicos de Atenas, volvió a tener una gran actuación el lunes para llevarse la victoria. Matsuzaka (3-0, 0.69) lanzó cuatro entradas de cuatro hits y una carrera.
"Esta fue mi primera experiencia de lanzar en un juego con el Campeonato Mundial en la línea", dijo Matsuzaka, quien abanicó a cinco bateadores cubanos. "Al principio sentí mucha presión, pero una vez comenzó el partido no sentí mucho de eso", agregó.
En el Clásico Mundial participaron más de 400 peloteros profesionales, incluyendo alrededor de 250 de las Grandes Ligas, en las nóminas de 16 países.
El torneo comenzó el 3 de marzo en Tokio y también tuvo partidos en Orlando, Florida; San Juan, Puerto Rico, Arizona y Anaheim.