SANTIAGO.- Cristales del Palacio de Justicia de esta ciudad fueron destrozados, cuando la seguridad del recinto impidió a varias personas penetrar con el ataúd de Janet Polanco, muerta de un disparo en un confuso incidente ocurrido el lunes en el barrio Pueblo Nuevo. Para mantener a rayas a los enardecidos dolientes de la joven asesinada, los uniformados se vieron en la necesidad de hacer disparos al aire y lanzar bombas lacrimógenas a la turbamulta.
El incidente se produjo en la mañana de este jueves, cuando centenares de personas se dirigían desde Pueblo Nuevo hasta el cementerio municipal, localizado en la comunidad Ingenio Arriba, de esta ciudad.
Al pasar frente al Palacio de Justicia, la multitud decidió intentar llegar con todo y caja hasta las oficinas del procurador fiscal, Raúl Martínez, con el objetivo de reclamar la intervención de la justicia, a fin de que se esclarezca el caso.
Sin embargo, las custodias militares y policiales se negaron a permitir tal cosa, por lo que se produjo un forcejeo que sólo terminó cuando el fiscal Martínez fue al lugar, con el propósito de escuchar a los parientes, amigos y vecinos de Janet Polanco.
Empero, un agente policial impidió el diálogo, al lanzar una bomba lacrimógena, prácticamente en los pies de la autoridad judicial, lo que desencadenó el desorden.
Al correr despavoridos de la escena de los acontecimientos, el ataúd con los restos de Janet dentro fue abandonado en el frente del palacio judicial, donde permaneció por varios minutos, y sólo fue retirado del lugar cuando volvió a prevalecer la calma.
Luego, el fiscal Martínez recibió en su despacho una comisión de familiares y amigos de la difunta, quienes le reclamaron poner en acción la justicia, a fin de que sean castigados los agentes policiales involucrados en ese hecho de sangre, donde también murieron Miguel Angel Paulino Reyes y la niña Elizabet Polanco, de 11 años.
Terminado el encuentro con la autoridad judicial, el grupo retomó la ruta hacia el camposanto, sepultando allí a la joven, en medio de sentidas muestras de dolor y repudio, reclamando que sean castigados penalmente los policías involucrados.