SANTO DOMINGO.-Oyendo música en el carro; ando con mis amigas con los vidrios arriba porque ahora la última moda en la delincuencia es entrar por la ventana de los autos y arrancar todo lo que vean le pueda sacar 100 pesos para alimentar a Joselito, el más pequeño de los 5 hijos. Cantando una canción de Selena que prohíbe el amor. Si, si, si, una canción de boutique, pero bueno, es la única que aparece en la radio y que todas conocemos las letras.
Y enfrente me encuentro con aquel letrero. El pachangon de Pacheco; dique 24 horas, sah! Lo voy a anotar en un papelito, y lo voy a guardar en mi mesita de noche, como el amor de Víctor Víctor, pa' ve si e' verdad que ese verdugo me va a coje' la llamada a las 4:00 a.m., cuando le diga que camino de la zona para acá, vi un barrio sumergido en la miseria y en la inmundicia. O cuando le cuente que en ese mismo trayecto ocurrieron dos accidentes llegando a la ciudad por un problema de señalización.
Pero los lacitos rojos navideños de Roberto no le dieron de comer a Las Cañitas ni a San Carlos. Las únicas 24 horas de atención que vamos a recibir, no son más que las que esperaremos para ver cual será el resultado de esas elecciones; sin apagón esta vez… crees?
Y cuando terminé de pensar en todo eso Lucía tiró un vaso plástico a la calle. El sermón de costumbre de mi parte no faltó. Y quién le dijo a Lucía lo que era tener una casa bonita y limpia? Ella no lo sabe… porque su país no es como su casa. Para ella es un basurero más; ella repite la conducta de todos los que caminan por la calle y tiran y tiran las envolturas de los chicle' que se comen. Pero, y a ellos? quien les dijo que no tiraran basura en su casa?
Adivina adivinador… NADIE!!!
Educación es la solución. Mientras ellos no sepan como limpiar su casa y adonde tirar los desperdicios, necesitaremos síndicos 24 horas…