SANTIAGO.- Fueron remitidos a la justicia los tres agentes policiales ligados al incidente donde tres personas, incluida una menor de 11 años, murieron por disparos hechos supuestamente por los uniformados, el lunes en la noche en Pueblo Nuevo. Los sometidos son los rasos Juan Carlos Francisco y Andy Margarín Hernández, así como un sargento sólo identificado como El Karateca.
Tanto Francisco como El Karateca están en manos de la justicia ordinaria y esa ruta seguirá Margarín Hernández, cuando pueda salir de la clínica donde se encuentra, recuperándose una herida de bala que alegadamente recibió en la refriega.
La noticia sobre el sometimiento fue proporcionada por el general José Polanco Gómez, director adjunto de investigaciones, en el Comando Cibao Central de la Policía Nacional.
Polanco Gómez, junto al también coronel Vinicio Hernández Méndez, inspector general de la Policía y el licenciado Raúl Martínez, integra la comisión designada por el jefe de esa institución, para determinar las circunstancias en que se produjeron los hechos.
“Ya El Karateca y Juan Carlos Francisco fueron sometidos a la justicia, para que allí se determine si propiciaron un triple asesinato o si, por el contrario, la patrulla respondió a una agresión a tiros”, dijo Polanco Gómez.
Francisco y Margarín Hernández son sindicados como los policías que ultimaron a Miguel Angel Paulino Reyes, a la menor Elizabeth Polanco y a su tía, Janet Polanco Caba, en una balacera ocurrida en la calle Libertad esquina Juan Isidro Pérez, de Pueblo Nuevo, la noche del lunes.
Los agentes policiales alegan que repelieron una agresión a tiros, pero alegados testigos aseguran que estos dispararon contra las víctimas sin que existieran motivos para ello.
Las muertes de Elizabeth y Janet provocó tanta indignación, que varios sectores de la parte baja de la ciudad fueron escenarios de desórdenes y enfrentamientos entre patrullas policiales y revoltosos, resultando heridos José Nicolás Acosta, Franklin Méndez y el menor Dámaso Silverio.
El más sonado de los incidentes fue el acontecido el jueves en el edificio del Palacio de Justicia de aquí, cuando se produjo un enfrentamiento a bombazos, tiros y pedradas.
Y todo porque un grupo de personas intentó llegar hasta el despacho del fiscal, con el ataúd conteniendo los restos de Janet y, al impedírselo la fuerza pública, se armó una batahola que duró por varios minutos.