SANTO DOMINGO.-El Superintendente de Bancos, Rafael Camilo, declaró que el buen manejo de la economía por parte del gobierno constituye el principal atractivo para atraer la inversión extranjera hacia la República Dominicana.
El funcionario destacó que ahora la economía es manejada de manera responsable, sin déficit ni influencias políticas, y con la conciencia de que mantener la estabilidad es un factor fundamental para que fluyan las inversiones extranjeras.
En una entrevista concedida al periódico estadounidense Latin Finance, el Licenciado Camilo observó que el Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos y Centroamérica (CAFTA), ayudará en gran medida también a que retornen los capitales foráneos a las actividades productivas del país, "Si no hubiésemos suscrito con el CAFTA, muchos inversionistas hubiesen preferido irse a Centro América para aprovechar las ventajas que les ofrece el mercado norteamericano", subrayó.
Con relación a los aportes de su gestión para la visible recuperación económica, Camilo recordó que a su llegada al cargo encontró que la población había perdido en gran medida la confianza en los bancos, así como en las instituciones llamadas a regular el sector, pero que sobre la base de acciones responsables y transparentes se ha logrado restablecer la credibilidad del sistema financiero.
Testimonió que el reto más difícil que encontró al ocupar la posición fue la creación e implementación, tras la crisis bancaria del año 2003, de las nuevas normas, acordes con los estándares internacionales, y en concordancia con el acuerdo suscrito con el Fondo Monetario Internacional que otorgan a la Superintendencia de Bancos la capacidad de prevenir nuevos traumas que afecten al sector.
El Licenciado Camilo resaltó, además, la completa independencia de que están investidos ahora la Superintendencia de Bancos y el Banco Central, como otro de los puntos que ayudan a evitar nuevas crisis bancarias, ya que en el pasado se producían interferencias de determinados funcionarios gubernamentales de alto nivel al momento en que los inspectores visitaban los bancos para verificar sus registros.
En reseña difundida por el Departamento de Secretaría y Comunicaciones, Camilo citó lo sucedido con el Banco del Progreso como una muestra fehaciente de que la supervisón bancaria ha mejorado notablemente en el país, y que el manejo de la situación por las autoridades ha evitado efectos negativos sobre el resto del sistema, mientras que el respaldo de los accionistas ha propiciado que la entidad siga sus operaciones de manera normal.
Asimismo, el Superintendente recordó que al asumir el puesto se trazó como prioridades lograr la capitalización de los bancos; así como exigir que las entidades intermediarias estableciesen provisiones para los créditos malos; también fortalecer las regulaciones bancarias, y finalmente, reforzar la supervisón de la propia institución, su tecnología y recursos humanos, "todo esto con el objetivo de que no se repita la crisis del 2003".
En tal sentido, enumeró que se ha alcanzado un índice de solvencia de un 12.7 por ciento, mientras la Ley monetaria y Financiera requiere de sólo un 10 por ciento, por lo que ve muy difícil que se produzca can nuevas alteraciones que puedan atribuirse a debilidades en la supervisón.
Recordó que la crisis bancaria del 2003 provocó la perdida de más de un 15 por ciento del Producto Interno Bruto, al tiempo de que el ingreso per cápita se redujo de dos mil 600 dólares a mil 600 dólares, en tanto que un millón 300 mil personas fueron llevadas un nivel por debajo de la pobreza debido a la drástica devaluación del peso, y consideró que para eliminar la deuda que causó el salvamento de los bancos se necesitarán por lo menos 10 años.