Miami, FL. Cuanto de incongruente se refleja en la actitud del Partido de la Liberación Dominicana –PLD- en el gobierno, al solicitar que vengan organizaciones internacionales y gobiernos a supervisar las elecciones nacionales en función de que le pueden hacer un fraude; por Dios hasta cuando estaremos dando show de mal gusto al mundo. Como es posible que hablemos de democracia, de progreso y de un estado de derechos si no confiamos en nadie y hablo de todos.
No solo los gobiernos dominicanos (de Leonel e Hipólito) nos hacen sentir ridículos a todos los que vivimos en el exterior, ya que tenemos que explicar las actuaciones inconcebibles de nuestros gobernantes y gobernados. ¿Cuándo vamos a entender que cuando se desacredita una institución porque sea dirigida por tal o cual partido, le estamos haciendo daño al país?
¿No es lo mismo desacreditar la Junta Central Electoral –JCE-, la que dirigió las elecciones que ganó el mismo partido que hoy la desacredita internacionalmente; desacreditar al Congreso Nacional, a la Cámara de Cuentas, la Suprema Corte de Justicia; de forma sistemática, que desacreditar al país?.
Si también es malo salir fuera del país a desacreditar al gobierno dominicano; pero ¿Cuál sería la diferencia entre poner en dudas las ejecutorias de la JCE, de la Suprema y del Congreso por que la dirige la oposición, que decir que el gobierno actúa solo para favorecer una parte de los ciudadanos dominicanos y no a todos como manda la constitución?
¿Seria diferente solicitar una comisión de la OEA y/o de las Naciones Unidas para supervise la aplicación de la ley por parte del gobierno dominicano?; que conste que retener los fondos por ley de los ayuntamientos, gastarse una millonada de millones en un metro que no aceptan la mayoría del pueblo y reponer a un general metido a político de nuevo a los cuarteles; eso no viola la constitución?
Si desacreditamos a quienes hacen las leyes (el Congreso), a los que aplican las leyes (Suprema Corte de Justicia), a quienes legitiman a los que elige el pueblo (Junta Central Electoral) y a la Cámara que supervisa las cuentas públicas (Cámara de Cuentas) solo queda el gobierno como legítimo en el país; pero como la oposición no se quedará con los brazos cruzados y también va desacreditar al Gobierno legítimamente elegido, no hay nadie con autoridad en el país.
Con razón el país le esta haciendo caso omiso a los lideres políticos” que de uno y otro litoral vociferan unos a otros críticas que luego ellos mismos cometen al llegar a los puestos políticos por los que optan. No es otra cosa lo que dicen las encuestas al decirle al país que apoya al gobierno, al congreso y a un opositor como Candelier con casi el mismo porcentaje; pero le oponen a todo esto a líderes que, o se fueron o aun no son ni candidatos. ¿De que país nos hablan, del que destruyen para luego construir, del desacreditan para luego defender?, ya por Dios pónganse a resolver los temas reales del pais, el desempleo, la Salud, la Educación, la Vivienda y la Seguridad.