En unos de sus mas recientes escritos, el joven secretario general del Partido Revolucionario Dominicano e hijo del tristemente recordado expresidente Salvador Jorge Blanco, afirma que “la política social del gobierno no ha cumplido su cometido, pues se ha incrementado la cantidad de dominicanos que viven en extrema pobreza”.
Leído esto de la pluma de un joven intelectual como Orlando Jorge Mera, – quien tiene como experiencia de gobierno perredeísta más reciente, al encabezado por el expresidente Hipólito Mejía, y como recuerdo a un gobierno que masacró en las calles a cientos de dominicanos por el sólo hecho de protestar contra el alto costo de la vida, parecería como si jugara al total olvido de los dominicanos, y a pensar que los ciudadanos de este terruño somos idiotas.
Es evidente, que el hoy secretario general perredeísta, era un niño cuando su padre, encabezó el gobierno más corrupto e inepto de toda la historia de la Republica –posición que sólo se disputa con la fatal administración del señor Mejía.
Sin embargo, el joven dirigente perredeísta, ha tenido la oportunidad de leer y estudiar el cuadro tétrico y la inestabilidad en que sumió al país, el gobierno de su padre y el desastre económico en que lo dejó al término de su mandato.
O es que para el secretario general perredeísta e hijo del expresidente Jorge Blanco, un gobierno que trabaje por los pobres es aquel que brinda inestabilidad económica, con su secuela de inflación desmedida, al punto de que fue en este gobierno cuando se conoció en el país por primera vez el termino “hiperinflación”.
O es que para el joven dirigente perredeísta, el incremento incesante de precios, la escasez de productos básicos y la especulación son signos de progresos.
O piensa el joven Jorge Mera, que los dominicanos olvidamos que fue en el gobierno perredeista de su padre, cuando surgieron con fuerza las bandas juveniles en los barrios y pueblos del interior y su disputa por el control de puntos de drogas y se incrementaron hasta extremos insospechados, los viajes ilegales de dominicanos “huyéndoles” a la extrema pobreza y a su gobierno de “manos limpias”.
Le recomiendo al joven secretario general perredeísta que le eche un vistazo a los diarios de la época, donde los escándalos de corrupción eran “el pan nuestro de cada día”.
Pero, si el joven dirigente perredeísta no quiere leer tanto, sólo debe dedicarle un poquito de su tiempo a rememorar el cuadro de gobierno que desdibujó su jefe político: el expresidente Hipólito Mejía, hace apenas un año y siete meses.
O es que para el joven Orlando Jorge Mera, llevar una libra de arroz de cuatro pesos con 50 centavos a 24 pesos es combatir la pobreza y llevar felicidad a los más necesitados.
O elevar el precio de la leche de 179 pesos la de mayor capacidad, a 715; es hacer que nuestros niños sean más saludables. O dinamizar la construcción es incrementar los precios del cemento de 80 pesos a 275 la funda, mientras el quintal de varilla subía de mil 300 a cerca de tres mil pesos.
De acuerdo con la opinión de los economistas, el mayor impuesto que puede afectar a la ciudadanía, es la inflación, y en eso el pasado gobierno perredeísta puede dar cátedras, puesto que los dominicanos le tomamos fobia a los supermercados y colmados; cuando los precios de los productos básicos y de uso diario se incrementaban día tras día.
Todo esto acompañado de una tasa de dólar que cuando el señor Mejía asumió el gobierno, el 16 de agosto del 2000 estaba a 16 pesos con 50 centavos, dejando el tipo de cambio por encima del 43 por uno. Esto sin mencionar que el valor del dólar norteamericano se cotizó casi al 60 por uno en algunos momentos.
Es por ello, -y en esto coincidimos el joven secretario general y yo-, que las elecciones de mayo próximo ofrecerán una oportunidad al electorado dominicano, para asumir un compromiso claro y directo con los fines y valores que guíen los cambios y la respuesta a los nuevos retos que tiene el país.