NUEVA YORK — El béisbol profesional tiene por primera vez a un auténtico campeón del mundo. Ahora, se levanta el telón en las Grandes Ligas, donde los Medias Blancas de Chicago buscarán refrendar su título de la Serie Mundial. La victoria de Japón en el Clásico Mundial marcó una pretemporada poco usual, en la que varios astros abandonaron momentáneamente a sus clubes para unirse a sus seleccionados nacionales. Ese torneo y una serie de nuevas declaraciones sobre el presunto consumo de esteroides por parte de Barry Bonds acapararon los titulares.
Pero a partir del 2 de abril, todo vuelve a la normalidad con el duelo inaugural de la temporada, entre Cleveland y los Medias Blancas en Chicago.
Quizás no todo sea tan normal. Los Medias Blancas defienden un título de la Serie Mundial por primera vez desde 1918, cuando se hundieron al sexto lugar, con una foja de 57-67, un año después de vencer por 4-2 a los Gigantes de Nueva York en el Clásico de Otoño.
"Les dije a los muchachos que el 2005 quedó atrás, y que todos tratarán de vencernos ahora", dijo el manager venezolano de Chicago, Ozzie Guillén.
Boston sabe a qué se refiere Guillén. Tras coronarse en el 2004 por primera vez en 86 años, los Medias Rojas padecieron las lesiones de Curt Schilling y Keith Foulke, y fueron barridos por Chicago en la primera ronda de los playoffs.
Tras su eliminación, Boston se dedicó a convencer a Theo Epstein de que se quedara. El gerente general renunció, pero volvió dos meses y medio después.
Luego, los Medias Rojas trajeron al serpentinero de los Marlins, Josh Beckett, contrataron a Coco Crisp para reemplazar al jardinero central Johnny Damon y renovaron su cuadro con el intermedista Mark Loretta, el campocorto venezolano Alex González y el antesalista puertorriqueño Mike Lowell.
La adición de Damon representó la transferencia más relevante de los Yanquis, que nuevamente llegan a la temporada con los dedos cruzados para pedir que su veterano cuerpo de pitcheo no sufra lesiones. Randy Johnson, Mike Mussina, Chien-Ming Wang, Carl Pavano y Jaret Wright tuvieron problemas de salud la campaña pasada. Pavano y Wright ya han sufrido dolencias este año.
Pero la artillería de los Yanqis sigue siendo temible. Ahí está Alex Rodríguez, el Jugador Más Valioso de la Liga Americana, junto con Derek Jeter, Jason Giambi, Gary Sheffield y el japonés Hideki Matsui.
"Algunas veces, cuando uno tiene un plantel como el nuestro, tiende a esperar batazos descomunales, y eso no siempre ocurre", reconoció el manager Joe Torre.
Si de cuadrangulares se trata, buena parte de la atención durante esta temporada se concentrará en Bonds, quien sólo jugó durante las últimas tres semanas de la campaña anterior, debido a una lesión en una rodilla.
El toletero conectó cinco vuelacercas en ese breve lapso, y elevó su total a 708. Bonds, de 41 años, es el tercero en la lista histórica, sólo atrás de Babe Ruth (714) y de Hank Aaron (755). No es seguro que el toletero decida continuar en el béisbol para el 2007, incluso si no ha roto la marca de Aaron.
"He jugado mucho tiempo", dijo Bonds. "Me he divertido, pero daré ese paso (del retiro) cuando llegue el momento".
Bonds se ha negado a responder a las acusaciones publicadas por un nuevo libro, el cual asegura que el artillero consumió drogas para mejorar su desempeño, al menos durante cinco temporadas, a partir de 1998.
Los esteroides siguen siendo un tema en las grandes ligas este año. Los peloteros que den positivo en el antidopaje por vez primera serán suspendidos por 50 juegos, en vez de la sanción de 10 días impuesta la temporada pasada. Otra política inédita es que serán sometidos a análisis de anfetaminas.
El cubano Rafael Palmeiro, el más famoso entre los 12 que dieron positivo el año pasado, no estará en las grandes ligas en el juego inaugural. Aunque no ha anunciado su retiro, los Orioles de Baltimore no solicitaron que se reportara y ningún otro club buscó contratarlo.
Sammy Sosa, quien testificó junto con Palmeiro en marzo del 2005, en una audiencia sobre dopaje ante el Congreso, se ha ido también. Optó por el retiro en vez de aceptar un contrato con los Nacionales de Washington.
Roger Clemens no estará en el montículo, pero no ha decidido si jugará después. Tras perder el partido contra México, que dejó eliminado a Estados Unidos en el Clásico Mundial, el serpentinero de 43 años emitió una declaración escueta en la que dijo: "Para mí, por ahora, es el adiós".
Hay decenas de tópicos más de los que se hablará en la temporada, en la que quizás dos tercios de los equipos parecen tener posibilidades reales de pelear por los ocho boletos para los playoffs.
Bajo las órdenes del nuevo manager Grady Little, quien estuvo en Boston, los Dodgers de Los Angeles buscarán destacar con Derek Lowe y con antiguas estrellas de los Medias Rojas, como Nomar Garcíaparra, Bill Mueller y Aaron Sele.
Los Mets de Nueva York se fortalecieron con el puertorriqueño Carlos Delgado, Paul Lo Duca y el cerrojero Billy Wagner.
Atlanta contrató al torpedero colombiano Edgar Rentería, y buscará con un equipo modesto su 15to título divisional en forma consecutiva.
En San Luis, los Cardenales se mudarán al nuevo Busch Stadium.
Los Astros de Houston, que destronaron a los Cardenales en la Liga Nacional, el año pasado, trataron de convencer al primera base Jeff Bagwell de que se retirara. A Bagwell, quien sufre dolores en un hombro, se le adeudan 17 millones, y Houston quiere cobrar unos 15,6 millones en seguros.
"No puedo irme", dijo Bagwell. "No soy así".
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