Pujols atribuye asesinato de periodista a otro que murió hace dos años

Santo Domingo.-Ahora resulta, que Vladimir Pujols, con cara de corderito, dice que no fue quien mató a balazos en Azua al periodista Juan Andujar, el 14 de septiembre de 2004, cuando el comunicador salía de una emisora donde producía un programa noticioso.
Dice muy frío el capturado fugitivo que el asesino lo fue Luis Tejeda Filpo (El Gringo) quien junto a otros miembros de una banda llamada “Los Sagayines”, hace dos años los mató la Policía y que por lo tanto no puede hablar.

Hay un refrán que reza que como al dedo malo, a los muertos, como no pueden hablar ni defenderse, todo se le pega.

Al que nada malo debe pegársele porque está en el panteón de la gloria es a Juan Andujar que tampoco podrá ser escuchado para que diga su versión y confirme o desmienta los alegatos de Pujols.

Lo penoso del caso es que según la ley, a Vlas Pujols con un rosario de crímenes y fechorías más complicado que la carretera que lleva a Restauración y que llaman Las garrapatas, le cabe el principio de presunción de inocencia. Por eso hay que llamarle “presunto” y “supuesto”, para no violentar sus derechos con los que ahora irá a la justicia a defenderse.

Es la maldita costumbre del malo y del delincuente cuando ve reducido su poder. El ladrón de cuello blanco se enferma una vez cae preso y hasta por una gripe lo meten en una clínica o en un hospital. Para eso hay abogados y psiquiatras que por dinero se prestan para cualquier vagabundería.

El delincuente común, el asesino, el peligroso, siempre es inocente de sus múltiples crímenes. Si usted quiere comprobarlo, anímese y visite tan sólo una de las cárceles dominicanas y verás, que hasta uno que fue condenado a pena máxima por matar a su propia madre, alega todavía que es inocente.

Todos son víctimas de injusticia, incluyendo asesinos inicialmente confesos y violadores de mujeres y niños, que se confunden con los verdaderos inocentes, que pocos o muchos, siempre los habrá guardando prisión injusta. Todos aguardan que se les indulte o que aparezca un juez que le aplique la ley 223, del pendón condicional de la pena

Me luce que Vladimir Pujols (Vlas) un asesino desalmado, aunque con armas para matar, según la una y mil versiones, que ya estuvo preso por otros delitos y a quien se atribuyen otros crímenes tan horrendo como el asesinato de Juan Andùjar, pertenece a la especie de los malvados que no bien pierden su poder y caen en el campo del enemigo, se presentan como inocentes corderitos y hasta suelen jurar por Dios y llorar.