Mostrando una tendencia al alza imparable, inmigrantes latinoamericanos enviaron a sus países de origen en 2005 más de US$53.000 millones, un nuevo récord en el envío de remesas. Según información del Banco Interamericano de Desarrollo, BID, estas cifras representan un aumento del 17% respecto del año anterior.
De los cerca de 25 millones de adultos nacidos en América Latina y el Caribe que residen en el extranjero, el BID calcula que dos tercios de ellos envían dinero a sus países de origen regularmente.
La importancia de estos envíos no sólo para las familias receptoras, sino para las economías de sus países de origen, ha ido creciendo de manera robusta en la última década.
México
Parte de los inmigrantes mexicanos en EE.UU. trabajan en el campo.
Según datos del BID, las remesas superan la cooperación de países donantes y de organizaciones internacionales.
En varios países de la región, las remesas se han convertido en la principal fuente de divisas.
México es el caso más representativo: en 2005 recibió más de US$20.000 millones, con lo que se mantiene como el mayor receptor de remesas en el continente.
Estos ingresos se han convertido en una de las tres principales fuentes de ingreso para el estado mexicano.
El Salvador, República Dominicana y Ecuador son otros países donde las remesas han pasado a convertirse en una fuente de recursos indispensable para la economía nacional.
El mundo
Naciones Unidas y el BID exhortan a bancos y gobiernos a que reduzcan los costos de envío.
De otro lado, Naciones Unidas también dio a conocer un informe similar, en el que se señala que los trabajadores inmigrantes en los países más ricos enviaron a sus familias la cifra récord de US$167.000 millones durante el año pasado.
Tal como sucede en América Latina, el documento de la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico, CESPAP, revela que en algunos países estos envíos superaron la ayuda oficial para el desarrollo y las inversiones extranjeras directas.
Si además se contaran las remesas que son enviadas por canales informales, la cifra podría aumentar hasta en un 50%, agrega el documento.
La agencia de la ONU exhortó a entidades bancarias y gobiernos de los países receptores a que reduzcan el costo del envío de dinero y ayuden a las familias de los trabajadores a invertir las remesas en áreas más productivas.
"Deberían de tomarse medidas adicionales para aumentar el acceso de los trabajadores emigrantes pobres y sus familias a instituciones financieras formales", agrega la CESPAP.
Según el informe, tres de los cinco países que reciben la mayor cantidad de remesas se encuentra en Asia: India, China y Filipinas.