Cuando faltan seis días para las elecciones en Perú, el candidato nacionalista Ollanta Humala sigue liderando las encuestas, aunque no cuenta con los votos necesarios para ganar la presidencia del país en la primera ronda. El posible triunfo del ex comandante del ejército peruano ha causado preocupación en los círculos financieros peruanos, pero también en Washington, por sus vínculos con el presidente venezolano, Hugo Chávez.
En una entrevist, Humala dijo que no es anti-estadounidense ni anti-chileno, y que con Chávez y el presidente de Bolivia, Evo Morales, buscará la consolidación de la "gran familia latinoamericana".
¿Por qué invitó a la gente a tomar las calles en caso de que se produzca un presunto fraude electoral, como lo ha informa la prensa local peruana?
Yo no creo que atentaría contra los principios democráticos, pero no es el caso, yo no he dicho eso. Lo que yo he dicho es lo siguiente: me preocupa el clima electoral, que se está polarizando, y se está creando una nueva agrupación política que es "todos contra Ollanta".
Me preocupa también el tema de que no se está permitiendo el cumplimiento de la ley acá en el Perú que permite el voto a las fuerzas armadas y policiales después de muchos años.
No se está cumpliendo eso porque no se han dado las facilidades para que los militares puedan ejercer ese derecho.
Pero hay un clima electoral ya bastante candente. ¿Ese discurso que algunos han llamado populista no podría encender aún más el clima de estas elecciones en el Perú y debilitar las instituciones democráticas?
El tema de tomar las calles… yo no he llamado a tomar las calles. Eso es lo que están levantando algunos medios y están desinformando. No son exactos.
A Ollanta Humala lo están denunciando por todo. Me han dicho desde racista anti-judío, hasta presunto narcotraficante, o presunto autoritario, de todo me han dicho.
¿Por qué no se ha dado un debate entre los candidatos? ¿Usted por qué no se ha acercado a discutir con los otros? ¿No es un derecho del pueblo peruano saber cómo podrían debatir los candidatos?
Es que ha habido una intolerancia por parte de los candidatos que en su momento eran los más fuertes. Nosotros tenemos menos de un año en política.
La candidata más fuerte que representa al sector más conservador de la sociedad peruana, lo que llamaríamos la extrema derecha, y que ha sido mantenida artificialmente en un primer lugar, es la que no quiere debatir.
¿Usted estaría dispuesto a entrar a debatir?
Yo creo que sí. Recién ahora que ella ha comenzado a bajar en la aceptación nacional, ahora ella está hablando de debate.
Acuérdese usted que el líder de otro partido, que también es un partido antiguo, le pidió debate a ella y ella respondió que no había nada que debatir con ese señor.
¿Usted aceptaría el debate entonces?
Yo creo que sí, yo creo que es parte del proceso democrático, de la exposición de ideas. Hay que tener en cuenta que las ideas no se imponen. Las ideas se exponen.
A propósito de ideas, usted habla de un eje latinoamericano. ¿Cuál sería la diferencia entre este eje latinoamericano y el propuesto por Hugo Chávez?
Yo he hablado de la gran familia latinoamericana. Son algunos medios de comunicación que han hablado de un eje latinoamericano, del famoso eje del mal, del eje del bien. Yo no he entrado a ese tipo de debates porque me parecen irrelevantes y porque no son proactivos al desarrollo político de la región.
Pero este modelo de hermandad que usted ha señalado, ¿qué diferencia tendría con el de Morales y Chávez?
No, no es que estemos buscando una diferencia. Lo que estamos buscando es consolidarnos con ellos como la gran familia latinoamericana, que debe buscar resolver problemas de la región de manera multilateral y no unilateral.
Está el tema, por ejemplo, de la deuda externa, el tema de la pobreza, el tema de la redistribución de la riqueza, el tema educativo, el tema de la hoja de coca.
Señor Humala, aquí los periódicos han publicado artículos de análisis donde lo sitúan muy cerca de Chávez e incluso algunos sostienen que su campaña ha sido financiada por él, por su partido…
Yo rechazo esa afirmación. Y le pediría que, a través de su prestigioso medio, colabore en no estigmatizar ni polarizar a la sociedad latinoamericana.
Lo están pintando al señor Chávez como si fuera ¡qué cosa! Estoy seguro de que si yo hubiera visitado al señor Chirac en Francia, no estarían diciendo eso.
¿Cuál sería la relación de su gobierno, si gana las elecciones, con Estados Unidos y con Chile?
Con Estados Unidos vamos a tratar de construir y mejorar las relaciones bilaterales. Nosotros no somos anti-norteamericanos. Hay una sensibilidad de que si uno quiere ser amigo, o establecer relaciones fuertes con Estados Unidos, debe aislarse o dejar de mantener relaciones con otros países.
Nosotros no creemos en eso. Tenemos una agenda importante con Estados Unidos que resolver. Está por ejemplo el tema de la pobreza, el tema de la hoja de coca, hay muchos temas que resolver.
Y con Chile también. Nosotros no somos anti-chilenos. Y eso se lo he dicho personalmente acá al embajador de Chile en el Perú.
Nosotros saludamos el triunfo electoral de la señora Michelle Bachelet. Creemos que con estos nuevos líderes, como la señora Bachelet, se ayudará a la consolidación de una Latinoamérica integrada política, social y económicamente.
Pero al principio de la campaña se había dicho que usted sería nacionalista y que incluso iba a tratar de fomentar las empresas peruanas, desplazando incluso a algunas compañías chilenas…
Eso no tiene que marcar las relaciones bilaterales. Tengo entendido que en Estados Unidos el Congreso se ha opuesto a la concesión portuaria de empresas árabes. ¿Usted cree que con eso se está rompiendo la relación de Estados Unidos con el mundo árabe?
Tenemos en el Perú que fortalecer a las empresas nacionales. Me imagino que en su país de origen pensarán lo mismo. Creo que todo país hace lo mismo. Y eso no quiere decir que nosotros no queramos construir una agenda bilateral con Chile.