Lo primero que se le debe decir al pueblo dominicano, es que los políticos no son enemigos, ni pueden serlos sencillamente porque son negociantes de una misma rama.
Que comen, desayunan y cenan con una contidianidad digna de personas intimas en su trato.
Que a diferencia de los miembros de las bases de los partidos se cogen el teléfono, utilizan to-do lo que tienen en sus manos o en su poder para ayudarse mutuamente.
Decirle al pueblo pobre, el que sale de bobo cada cuatro años a votar, que lo que meos tienen en mente algunos de esos señores es trabajar en beneficio de ellos y de la patria.
Que son miembros de los partidos, pero cuando llegan a las posiciones se declaran independie-ntes, elegidos por el pueblo, y o tienen ninguna responsabilidad con nadie más que con DIOS y con la patria que ellos deben servir.
Por eso es necesario respeto, para las Junta Central Electoral, para los que van a ser observad-ores de los comicios, no usurpadores de funciones, agregar que nadie hace nada participando en mitines y caravanas que lo que son es reparto de cheles y de mucho romo, mucha bulla, y la dolo-rosa posibilidad de un tiro, un golpe, o un situación desgradable, que la partcipación debe ser en las urnas, que es donde se elegi, los necios y fanáticos que vayan donde quiera, que los muertos y los heridos de campaña en nuestro país no tienen dolientes, pero mucho menos justicia.
Que no crean en promesas, ni siquiera las que les haga su papá si es político de los del patio, porque todo el beneficio es para ellos y para los que a ellos les viene en ganas.
Y algo muy importante, comedimiento en los pronunciamientos, decencia y una campaña que sea por lo menos basamentada en verdades, aunque las mismas sean a medias, y humildad ante el derrotado, porque la República DOMINICANA a Dios y a Duarte las gracias, no se acaba el l6 de mayo, ni el que viene, ni el del 2008.
Respeto, y que los cuartos por lo menos vayan a las mesas de los más necesitados, que ya está bueno de hacer ricos a los que ya se han hecho millonarios con los dineros de todos nosotros los del montón salidos, los engañados, los ilusos, los que creemos en amigos y en fmailiares, los qiue nos estamos tragando un cable de fdibra de vidrio, porque ya nos comimos los otros.