ROMA, Italia.-Los italianos concurrirán este domingo a las urnas para elegir a un nuevo gobierno, tras una campaña áspera y enconada que enfrentó al extravagante primer ministro conservador Silvio Berlusconi y a su circunspecto rival de centroizquierda y favorito en las encuestas, Romano Prodi.
Los comicios parlamentarios, que se celebrarán en dos días, domingo y lunes, se dirimirán entre la alianza Casa de las Libertades de Berlusconi y L'Unione de Prodi, una amplia coalición de partidos de centro-izquierda que aspira a poner fin a cinco años de gobierno de derecha.
La larga y agresiva campaña, en la que se prestó poca atención a la empantanada economía del país europeo, concluyó ayer con exhortaciones a los votantes en sendos actos finales en Nápoles y Roma, más una sospresiva aparición de Berlusconi en uno de sus canales de televisión al parecer violatoria de la ley electoral.
El fin de semana trajo consigo la suspensión de la propaganda, que silenció meses de actos, discursos e intervenciones en los que pudo verse a Berlusconi lanzar altisonantes y groseros ataques contra a la oposición, los medios y la Justicia, a los que acusó de haber conspirado contra él, informó la agenica italiana ANSA.
Como nota novedosa, en los comicios votaron por primera vez los más de un millón de italianos -sobre un total de 3,5 millones- que viven fuera de su país y que cumplían con los requisitos para sufragar, con una participación que mostró su punto máximo en la circunscripción de América lLatina (51,4 por ciento del padrón).
Argentina (55,84 por ciento) y Uruguay (63,49 por ciento) fueron los países con mayor participación en estos inéditos comicios celebradas desde el 26 de marzo hasta el 6 de abril, que permitían elegir seis diputados y 12 senadores y cuyo recuento comenzará el próximo lunes, informó ayer la Cancillería italiana.
Los 50 millones de italianos habilitados para votar en su país, un 25 por ciento de los cuales permaneció indeciso hasta el final, según las encuestas, iniciaron hoy la muy necesitada "jornada de reflexión" antes de la apertura de las mesas, prevista para mañana a las 7 hora local (las 3 en Argentina).
Berlusconi encendió ayer sus celebradas habilidades de comunicador durante un acto frente a unos 10.000 partidarios que agitaban banderas en el sureño puerto de Nápoles, en el que desplegó confianza y optimismo pese a ver visto la espalda de Prodi en las encuestas durante toda la campaña.
Acompañado por sus principales aliados de coalición, el viceprimer ministro Gianfranco Fini, de la Alianza Nacional, y Pier Ferdinando Casini, de la centrista Unión Demócrata Cristiana, Berlusconi, de 69 años, reiteró su intención de abolir un impopular impuesto municipal a los bienes inmuebles.
Prodi, por su parte, encabeza un grupo de partidos integrado por liberales y comunistas, una alianza que Berlusconi -que detesta el comunismo- no perdió oportunidad de denunciar.
"Los italianos necesitan un cambio, y podemos hacerlo del modo más democrática posible, con una lapicera y una urna", dijo Prodi, de 66 años, durante su acto de cierre de campaña en la Plaza del Popolo, en la capital italiana.
El ex profesor de Economía, ex primer ministro italiano (1996-1998) y ex presidente de la Comisión Europea (1999-2004) estuvo flanqueado por sus principales aliados, entre ellos Piero Fassino, de los Demócratas de Izquierda, y Francesco Rutelli, del partido de la Margarita.
Los líderes de los demás socios, Refundación Comunista, Partido Comunista de Italia y los Verdes no estuvieron presentes en el estrado.
Prodi lideró las encuestas con entre 3,5 y cinco puntos de ventaja hasta que se suspendieron los sondeos, hace dos semanas.
Aun así, algunos analistas indicaron que el resultado de las elecciones dependerá ampliamente del voto de los indecisos, que constituyen según las estimaciones un cuarto del electorado.
Berlusconi llega a los comicios debilitado por el desgaste natural del ejercicio del poder y por un mal desempeño económico.
El rendimiento económico de Italia fue decepcionante en los últimos cinco años, con un crecimiento del Producto Interior Bruto (PBI) de una media anual del 0,8 por ciento desde que Berlusconi -dueño de un imperio mediático- asumió el cargo, en 2001.
El déficit público italiano aumentó un 4,1 por ciento del PIB, y se espera que en 2006 supere por cuarto año consecutivo el límite del 3 por ciento fijado por la Unión Europea (UE).
Los electores votarán a 630 miembros de la Cámara de los Diputados y a 315 senadores.
Se espera que los resultados preliminares se conozcan poco después de que cierren los comicios, el lunes a las 15 hora local.