Me refiero a la Republica Dominicana y la Haitiana, en razón de que lo que esta ocurriendo en estos momentos en nuestros barrios, urbanizaciones y poblados, de verdad; tiene que ver con la cantidad de jóvenes indocumentados, sin ocupación; apenas saben trabajar en las construcciones, pero ahora al estar paralizadas, su productividad es la delincuencia, vender drogas y asaltar estudiantes es su modo de sobrevivencia.
Conocí a Finen, un joven que dice nació en Bánica, en la frontera dominicana en el Sur, dijo que su madre era haitiana y que fue asistida en el parto en el hospital, luego lo abandonó en el centro asistencial.
Dominicanos de buenas intenciones lo recogieron, sin embargo, a los ocho años lo cedieron a parientes, trayéndolo a la capital a recoger limosna en las esquinas. Me cuenta que se fugo por no aguantar el maltrato que le daban, pasando el día entero sin comer, teniendo que llevar la dádiva íntegra a los “buscones” adoptivos.
Finen, fue a parar en la casa en donde yo vivía, en Ciudad Nueva o Gazcue, muy cercano a la Plaza Independencia. Se ganó la confianza de la casamentera, quien le daba comida y cama a cambio de hacerle los mandados y limpiarles las habitaciones a los inquilinos.
El joven creció entre nosotros, aun con su acento característico de haitiano adoptado como la mayoría, sin familia, pero con deseos de servir.
Han pasado 7 años y Finen, esta dispuesto a dar la ofensiva, consiguió inscribirse en una escuela de Baseball, como todo joven soñador, un Domínico-haitiano en busca de mejor suerte utilizando su talento.
Un escucha de los Equipos de Grandes Ligas, lo observó jugando y dijo que
“Negrito tener madera para Lanzador”- Yo ser excelente pelotero- lo escuché expresarse con otro acento.
Sin embargo; ocurrió una adversidad, el joven tiene 16 años, pero no tiene documentos.
Distinguidos lectores, no apareció el acta de nacimiento ni en Bánica, ni en Restauración, pueblo fronterizo de donde soy nativo, donde lo acompañé para ver si solidariamente ayudaba a este joven que iban a firmar.
Finalmente, para llegar al motivo de este agente, esperando sirva como parámetro a los organismos internacionales que quieren invertir en el desarrollo de esta dos naciones, que lo más importante es la formación de los jóvenes, no importa de donde provengan sino que estén preparados en la sociedad para que no sean arroyado por esa inclemente maquinaria de la ambición despiadada de la humanidad.
¿Qué haría usted? Poniéndose en el lugar de Finen, usted dirá, bueno ¿porque yo, no puede ser otro? no,- que le pase a usted- ¿Qué hará?
Estando en un país que lo acoge por lastima, pero que luego le niega el derecho de ser su ciudadano, aunque sea para vanagloriar la nación de que un pelotero Dominico-Haitiano, gana miles de dólares, en las grandes Ligas, aunque nosotros personalmente no compartimos el derroche en contratos millonarios de atletismo alguno.
Finen ha tenido que mirar varias veces al cielo, aspirando a alguna señal divina, pero nunca llega, así; que tenemos a este joven hoy de 25 años, de profesión delincuente de nacionalidad ninguna, agrediendo como algo normal en su vida de desquite ¿cómo se localiza la gente sin documentos en un país sin una política de inmigración definida?
¡Ahora bien! esto se incrementa en la isla por la gran crisis que sufre el país vecino, donde diariamente decenas de jóvenes de ambos sexo, cruzan los ríos el Masacre, Pedernales, Libon y Artibonite, llegando con deseo de producir para la sobrevivencia vendiendo maní y chuchearías en las calles
“un amigo me dice, los haitianos nos mataran fácil con la venta contaminada”
Queremos, soluciones para la convivencia en ambas naciones en la isla, si no hay equilibrio de un lado, en el otro no puede haber armonía, por supuesto que sufre de la rémora de los necesitados, esta comparación solo puede compararse con México y Estados Unidos, con miles de emigrantes ilegales que acuden al sueño Americano.
Sin embargo; USA, ha tomado desiciones importantes para el futuro de ambas naciones poniéndole coto a la ilegalidad instalando un verja de tres mil kilómetros, un agudo procedimiento, pero es la solución que al final evitaras conflictos políticos en toda América Latina.
En la apertura del Tratado de Libre Comercio (TLC, DRCAFTA), este es el momento en que debemos definir nuestra política en las fronteras Dominico-Haitiana.
La delincuencia, según los sondeos vistos todos los días en la prensa, es que; la mayoría son jóvenes que reflejan una gran impotencia, porque los Estados no le suministran protección, identidad, educación, ni empleos.
Esperamos soluciones rápidas ante el deterioro progresivo de la sociedad, controlar la delincuencia es una tarea difícil, al ubicarse en una masa amorfa de jovencitos que como Finen, proliferan por los sectores de ambas naciones.
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