LICEY AL MEDIO (Santiago).-Tras los torrenciales aguaceros que inundaron cientos de viviendas, calles y otras áreas, provocando literalmente una catástrofe en esta comunidad, el sindico de aquí encabeza extenuantes jornadas de trabajo en beneficio de los afectados Humberto Triunfel, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y candidato a permanecer por otro cuatro años en el Ayuntamiento, dijo lamentar profundamente la situación la cual, por fortuna, no provoco victimas personales aunque sí cuantiosas pérdidas en el comercio y la agropecuaria.
Desde el momento mismo en que las lluvias comenzaron a castigar ese poblado, Triunfel se colocó sus botas de gomas y se enfundó su uniforme de la Defensa Civil, de la que es presidente aquí, y se mantiene trabajando ininterrumpidamente desde la noche del martes, al frente de una brigada de voluntarios.
“Estamos en la calle. Anoche (del martes para el miércoles) prácticamente no dormimos ya que, desde que se registraron los aguaceros, hemos estado en la calle”, declaro el funcionario quien dirigía personalmente las labores en las inundadas viviendas y calles de la comunidad.
Decenas de viviendas se mantenían anegadas aun después de 24 horas de caídas las aguas que se iniciaron al caer la tarde del lunes y que continuaban sin interrupción cuatro horas después, en algo nunca visto en esta zona y mucho menos en medio de una cuaresma.
Los habitantes de este municipio fueron sorprendidos por el vendaval mientras se preparaban para unirse a las celebraciones litúrgicas con motivo de la Semana Mayor. Hay, incluso, quienes interpretan este percance “como un castigo divino por el comportamiento frente a Dios”.
“Son cuestiones de la naturaleza, imprevisibles”, comento de su lado el sindico mientras se marchaba a Las Palomas, luego de supervisar la situación en la carretera Duarte, al frente de un grupo de jóvenes voluntarios de la Defensa Civil aquí.
Las aguas destrozaron parcialmente algunas viviendas y se metieron, sin pedir permiso, a cientos de ellas, obligando temporalmente a sus moradores a evacuarlas o tomar medidas para evitar males mayores, sobretodo con el resguardo de los enseres eléctricos.
En muchos comercios las aguas que corrían en torrentes provocaron estragos al dañar productos comestibles y otros. También las granjas avícolas resultaron afectadas ya que se calcula que millares de aves murieron ahogadas. Las perdidas no se han cuantificados en su totalidad.
La situación era tan dramática que todavía ayer tarde, a casi 24 horas de registradas las lluvias, todavía muchas viviendas, comercios y otros establecimientos permanecían anegados, comprobaron los periodistas en un recorrido.
Muchas familias continuaban aisladas ayer miércoles debido a que las aguas ocupaban las calles y aceras. Era imposible penetrar a sus viviendas al menos a pie. Se teme que se desaten brotes epidémicos debido al acumulamiento de esta agua.
Después de todo, el sindico dijo que había que darle “gracias a Dios” ya que ninguna fue afectada, aunque reconoció que las perdidas provocadas por el inesperado aguacero fueron cuantiosas. “Seguiremos en la calle hasta que la situación haya vuelto a la normalidad”, prometió el ejecutivo.
AYUNTAMIENTO COLABORA
Varias instituciones oficiales y otras comunitarias colaboraban para aligerar la situación. El Ayuntamiento de Santiago, por instrucciones de José Enrique Sued, envió equipos pesados a Licey los cuales ayudaban a retirar escombros para permitir la circulación del las aguas estancadas.
Ambiorix Colon, director de Departamento de Medio Ambiente, estuvo en la zona al frente de la brigada, que ayer tarde continuaba con sus labores en varios puntos de la comunidad. Entre los equipos enviados por el cabildo santiaguense se encontraban dos palas mecánicas.
También la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN) envió una maquina extractora de agua mientras que los dirigentes del Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO) gestionaron con empresarios privados el envíos de otros equipos con los cuales trabajaban en la comunidad Las Palomas.
Esta fue la zona mas castigada por los aguaceros, que provocaron pánico en todo el municipio. Personas de entrada edad confesaron que nunca habían visto algo así en Licey. El temor se mantenía al caer la tarde de ayer ya que el cielo permanencia entre nublado y medio nublado, lo que hacia presagiar nuevas lluvias.