A fin de contribuir con una solución a la actual paralización de labores, decretada por la FEPROUASD y ASODEMU, me tomo la libertad de sugerir un mecanismo de solución, y sobre todo en mi calidad de Profesor titular de la universidad de Estado, la cual ha navegado entre la demagogia de izquierda y el más rampante de los populismos administrativos, con decisiones a corto y largo plazo en el área salarial para el personal docentes y académicos creando camadas de “Administradores y Gerentes” que no resistirían la más elemental de las auditorias. Soy de opinión que los profesores y las profesoras de la UASD, deben ser elevados de categoría y rodeados de un respeto y consideración que se encuentre a la altura de su desempeño académico, .El ser Profesor universitario es una categoría académica, que debe ser situada en la práctica en el lugar correspondiente, sobre todo cuando para ingresar a esa categoría se requiere la calificación de “master o diplomado” en una disciplina universitaria. Cualquier graduado universitario, no puede ser calificado de Profesor Universitario, se carece de estudios de post-grados, donde conste que ha realizado una Maestría o un Diplomado en una disciplina establecida por la universidad donde imparte docencia, sin embargo la “cualquierización” de la docencia universitaria en la Republica Dominicana, nos ha llevado a menospreciar la formación académica que debe tener un docente a ese nivel. Los resultados de esa pobreza académica se refleja en los resultados-país, con la muy baja formación profesional de nuestros egresados universitarios, no existe una sola área académica, que no adolezca de una “invasión” de profesores mal formados y peor pagados. Pensábamos que solo se reflejaba a nivel secundario, intermedio y primario, pero no es así, la debilidad académica se refleja hoy en día en todos los niveles, siendo el nivel universitario el más afectado. Siendo unas de las causas de este muy bajo rendimiento académico, los bajos salarios que perciben en sentido general los profesores universitarios. Este bajo salario permite el reclutamiento de profesionales incapaces para desempeñarse como profesores, y si a estas incapacidades se le añade la truchimanería, la politiquería, la falsa gestión administrativa y el relajo en la contratación universitaria, sálvese quien pueda.
El país no puede continuar subsidiando incompetencias universitarias, las alzas salariales no pueden ser un programa de reivindicación sindical, sino un reconocimiento al mérito docente y académico. Se hacen propuestas que carecen de fundamentos académicos y al margen de una estrategia de valoración profesoral y de una evaluación académica y docente, para ver si el pedimento corresponde a la realidad de quien dice ser profesor universitario. No se trata de “posiciones anti o pro gubernamental” sino de una evaluación crítica a la calidad docente. Esta ausencia de criterios académicos ha contribuido a que las grandes inversiones que se realizan en la UASD no estén dirigidas al personal académico y docente, porque éste no se ha ganado el respeto y la consideración para ser tomado en cuenta a la hora de las decisiones financieras, y el elemento político-partidista ha podido más que el académico y docente.
En el caso del personal docente y académico.
Se debe de hacer un estudio global de todo el personal docente y académico de la academia, escuela por escuela, departamento por departamento, facultad por facultad, área por área, a fin de establecer cuál es la actual situación salarial de cada docente, para que todo aumento salarial, se circunscriba a una política racional que permita a la UASD establecer con criterios técnicos, y la alza salarial, sea tomando como punto de partida la categoría profesoral y docente, de todos los académicos. Para ello es necesario que se establezca una categoría salarial dividida en dos niveles:
(a) Un sueldo básico a todo profesor universitario, independiente de la asignación de docencia. Este sueldo base tendría una escala (categoría) partiendo del tiempo de contratación del profesor, según su matricula, sobretodo y mas que nada, si reúne las condiciones de Master y Diplomado para impartir docencia a nivel universitario. Por ejemplo seria como sigue:
I – De 1 a 5 años de docencia RD$5,000.00
II -De 6 años a 11 años de docencia RD$10,000.00
III -De 12 años a 17 años de docencia RD$15,000.00
IV – De 18 años a 23 años de docencia RD$20,000.00
V -De 24 años a 20 años de docencia RD$25,000.00
VI -De 30 años en delante de docencia RD$30,000.00
Este sueldo básico, lo percibiría el Profesor al ser evaluada su condición de Profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
(b) Sueldo por asignación de docencia.
Cada Profesor recibiría en adición al sueldo básico, el sueldo correspondiente a la asignación docente que en cada semestre hace cada departamento donde imparte docencia, tomando en consideración la categoría salarial la asignación de docencia, para equilibrar un salario global mínimo de RD$30,000.00 y un máximo de unos RD$50,000.00. Evitando situaciones de irritantes privilegios en favor de determinados profesores cuya carga académica no es igual a otros profesores, con igual tiempo de docencia.
Los sueldos se equilibrarían y permitiría a la UASD, establecer con más racionalidad los aumentos de salarios, haciendo las separaciones presupuestarias necesarias cada año, porque tendría ya un cuadro salarial con cierta estabilidad. Obviamente la cargas de asignación de docencia guarda relación con la matriculación y apertura de nuevas secciones en cada semestre.
Concomitante con estas medidas, la UASD, debe de suprimir los cursos de verano, ya que dicha docencia no reúne las exigencias académicas y constituyen una pérdida anual para la Universidad. Durante ese periodo los Profesores recibiría sus salarios básicos y la academia puede tomar ese tiempo para reparar, pintar, adecuar y acondicionar las aulas de clases, así como para impartir cursos especializados a los docentes universitarios para ponerse al día en las materia que imparten. De igual manera, suprimiendo que Profesores tengan además de la docencia otras entradas como encargados de determinados, departamentos y áreas o programas, ya que dichas responsabilidades se contravienen con el tiempo de impartir docencia, y en muchos casos, han creado verdaderos intereses salariales en contradicción a principios académicos.
Esta es solo una propuesta, con la intención de resolver estratégicamente la situación de los profesores. El Caso del personal NO docente, se tomarían los estándares existentes en otras dependencia del Estado, para equilibrar las funciones que se desempeñan con otras equivalentes. Los Departamento de contabilidad y afines, podrían hacer un estudio actuarial con estos criterios, a fin de colocarlo en perspectivas y poder ser aplicado a partir del próximo semestre. De no tomarse medidas con criterios académicos y docentes, la UASD, esta preparando el terreno para despertar un movimiento interno que dé al traste con la mediocridad, la politiquería, el oportunismo gremial, la incapacidad gerencial y administrativa y se abran las compuertas para nuevas luchas por la transparencia universitaria.