Santo Domingo, (PL) Para la construcción de la primera línea del Metro de Santo Domingo el gobierno dominicano invirtió hasta fines de marzo último, mil 504.9 millones de pesos (unos 47 millones de dólares).
Desde su inicio a fines del pasado año hasta el 22 de marzo, y según datos de la Oficina Para el Reordenamiento del Transporte (OPRET), el costo total de la obra se eleva a mil 271.9 millones de pesos (39.74 millones de dólares).
En pago de suministro para el proyecto y gastos administrativos, se han empleado 232,9 millones de pesos (7.27 millones de dólares).
Según el informe, para la construcción de la línea uno del sistema de tren, tanto en su parte aérea como subterránea, se han erogado mil 37.3 millones (32.41 millones de dólares) hasta esa fecha.
En la construcción de rutas alimentarias y el rescate de las orillas de ríos, la inversión superó 89 millones de pesos (2.78 millones de dólares), equivalentes en conjunto al 74,8 del total de la inversión hasta ese momento.
El Metro de Santo Domingo es la obra más grande y de largo plazo que ejecuta el Gobierno, y en su construcción laboran más de cinco mil personas, desde obreros hasta los ingenieros supervisores del controversial megaproyecto.
Con una nómina del personal fijo, contratado y de seguridad ascendente a 12.6 millones de pesos (393.7 mil dólares) cada mes, los trabajos marchan a ritmo acelerado para inaugurar la primera ruta en la primavera del 2008.
Esa línea uno del sistema de tren se extenderá desde el puente Francisco J. Peynado hasta el Centro de los Héroes, en dirección Norte-Sur, y de la cual ya se han excavado 33 metros de túnel con una perforadora importada para esa labor.
El reordenamiento del transporte urbano a través del Metro forma parte de un Plan Maestro para el Distrito Nacional y Santo Domingo, concebido para un plazo de 25 años y con un monto total estimado en 700 millones de dólares.
Dados los trabajos colaterales para su ejecución no es posible hablar de porcentaje de avance en la construcción, pero la OPRET ha implantado tres turnos de trabajo, sin pausa, para entregar la obra al final del actual mandato de Gobierno.