Jesús de Nazaret es la figura más amada y controvertida de la historia humana. Poco se sabe de su juventud y su vida pública duró apenas vertiginosos tres años; al igual que Sócrates, no escribió ni una sola palabra, y su vida y enseñanzas han sido interpretadas por miles de estudiosos. Cada descubrimiento arqueológico y obras literarias abre nuevas perspectivas sobre la vida de Jesús y sus discípulos: los manuscritos del Mar Muerto, descubiertos casualmente, en Qumram, en que relaciona a Juan Bautista y el Mesías con la secta judía de los esenios; el Príncipe de la Paz, personaje principal de los manuscritos descubiertos, es muy similar a la figura de Jesús; en la película La última tentación, cuya exhibición fue prohibida por los Tribunales de Justicia chilenos, presenta a Jesús como tentado por el demonio, para que no aceptara la muerta en la cruz y viviera una longeva vida burguesa, en compañía de María Magdalena; Cristo rechaza la tentación y cumple su deber salvífico; el Código da Vinci, (novela que ha vendido más de 40.000 millones de ejemplares y provocado un bullado juicio por plagio, en los Tribunales británicos), analiza los pasos de María Magdalena, supuesta mujer de Jesús, exiliada al sur de Francia, (cuyos herederos serían los merovingios), repite, por enésima vez, la historia del Santo Grial; y así muchos otros análisis dan cuenta de este multifacético personaje.
Justo en esta Semana Santa se proyecta, en un Canal del Cable, el Evangelio de Judas: esta vez el traidor se transforma en el único apóstol que comprende la misión del Señor en la tierra.
El cristianismo nació en la contradicción, que se llamaba herejías; es Cristo solamente Dios, sostenían los monofisistas; es solamente hombre, sostenían otros; Cristo vino a salvar a los judíos o también a los gentiles? En los evangelios llamados apócrifos, de Tomás, Felipe, Magdalena y Judas, hay muchos aspectos de la vida de Jesús que contradicen los evangelios canónicos, (los de Mateo, Lucas, Marcos y Juan), por ejemplo, María Magdalena sería la discípula predilecta del Maestro y Jesucristo habría protagonizado una revolución gálica.
Para entender el evangelio de Judas es necesario conocer la secta de los gnósticos – gnosis quiere decir saber, conocimiento -, quienes despreciaban el cuerpo y la materialidad, buscando la sabiduría en el mundo del neoplatonismo y la cábala judaica, por eso, Judas ayuda a Cristo a abandonar la repugnante y esclavizante vida corporal, para que llegue a la perfección del espíritu.
Más que el debate sobre la heterodoxia de estas obras sobre Jesús, lo que importa es su mensaje central de amor a los pobres y del desprecio al corrupto mundo del dinero; por eso siempre Cristo creará escándalo entre los satisfechos de la tierra.