WASHINGTON.-El presidente de Estados Unidos, George W. Bush advirtió hoy que "todas las opciones permanecen sobre la mesa" en el litigio por programas nucleares iraníes, pero destacó la vía diplomática, para la cual, según aseguró, trabaja su gobierno.
Bush se refirió al conflicto iraní en diálogo con periodistas en Washington, a la espera de una reunión en Moscú de delegados de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU -Estados Unidos, China, Francia, Gran Bretaña y Rusia- más Alemania.
"Queremos resolver esta cuestión diplomáticamente y estamos trabajando para lograr éxito", dijo Bush, pese a que su gobierno reclamó la semana pasada sanciones contra Irán, incluso con recurso al Capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas, que prevé acciones militares.
"Todas las opciones permanecen sobre la mesa", advirtió el presidente. Estados Unidos impulsa sanciones contra Irán, país al que atribuye objetivos militares en el desarrollo de sus planes nucleares, para la construcción de armas atómicas.
Sin embargo, Irán, que mantiene la defensa de su derecho soberano al desarrollo de esa tecnología, sostiene que sus planes están orientados a la producción de combustible destinado a sus centrales eléctricas, bajo normas de no proliferación.
En tanto, representantes de EE.UU., Gran Bretaña, Alemania, Francia y China evalúan los pasos a seguir en la disputa internacional por el enriquecimiento de uranio de Irán. Washington impulsa sanciones contra Teherán y no descarta la acción militar.
Rusia y China, que tienen fuertes lazos económicos con Irán, se oponen a la posición estadounidense de imponer sanciones. Rusia está construyendo una usina nuclear en el puerto de Bushehr, en el sur de Irán, y ha vendido armas a Teherán.
El vocero de la cancillería rusa Mijail Kamynin reiteró que la posición de Moscú es insistir en la diplomacia. “Estamos convencidos de que ni las sanciones ni el uso de la fuerza conducirá a la solución al problema'', dijo Kamynin, citado por la agencia ITAR-Tass.
El embajador ruso ante la ONU, Andrey Denisov, se negó a pronosticar qué sucederá si Irán no desiste del enriquecimiento de uranio _un proceso que permite fabricar una bomba nuclear_ antes del plazo del 28 de abril. Pero insistió que se debe buscar una salida diplomática del atolladero.