¿Qué discuten los candidatos y partidos en la presente contienda electoral?
¿Cuál es la agenda de cada partido?
Una campaña electoral debe ser para presentar programas y mostrar los perfiles de los candidatos.
Una campaña electoral debe centrarse en asuntos de altos interés para la nación. Para su futuro económico y para el bienestar colectivo.
No es justo que el país se gaste millones de pesos a través de la Junta Central Electoral (JCE) para que presenciemos una campaña de diatribas e insultos entre quines aspiran a representarnos en las instancia de poder.
Diatribas entre candidatos cuyo único mérito social ha sido haber pegado un afiche en un poste de luz, para extraña sospecha con fotos maquilladas, casi irreconocibles.
¿En la mente de cada ciudadano queda alguna idea de esta campaña que no sea que todos los que compiten han sido ladrones o quieren llegar para robar?
No es que yo lo crea así en términos absolutos. Creo que los partidos llevan en sus boletas a gente meritorias. Pero como se sabe, en el esquema de progreso nacional, por lo regular, quien acumula mucho méritos, acumula poco dinero.
Pero el tono del tipo de campaña, lo que se dicen uno y otro, no solo entre candidatos de partidos adversarios, sino entre candidato de un mismo partido, es como para que se disponga de una fiscalía que actúe por el rumor público.
Por el contenido de la campaña, la población habrá de suponer que va a elegir entre un grupo de ladrones al de más habilidad para robar. Y eso es penoso.
No hay debate de propuestas ni de ideas. Entre ellos hay aspirantes que desconocen la problemática social de las comunidades que dicen reprentar. La campaña se sustenta en el reparto de prebendas, en ayuditas oficiales y/o municipales, ausente de ella cualquier reivindicación moral y ética.
La campaña electoral es una muestra del deterioro galopante de la sociedad dominicana. ¿Quiénes son candidatos? En su mayoría ex funcionarios y funcionarios de gobiernos, ex legisladores, gente que ha hecho de otra manera fortuna en la administración pública, o dedicada a negocios como juego de azar. Hay muchos candidatos sin méritos social ni político ¿Y eso debe preocupar a la gente?
¿Cuántos de los candidatos son profesores, directores de centros educativos, líderes sindicales o de clubes, intelectuales, médicos, economistas o ingenieros con méritos en sus profesiones? No con títulos pegados en la pared, sino con méritos profesionales.
La mayoría de los candidatos a la reelección no muestran mérito alguno para avalar su intento a seguir. En el PRD, la mayoría son candidatos a la reelección y en el PLD son gobernadores y ex funcionarios. Y eso es síntoma del origen de cada candidatura.
Otros que se postulan por primera vez precariamente pueden no tienen ni idea de la responsabilidad del cargo a que aspiran, los mueve la jeppeta, si no la tienen, o el afán de llegar para traficar con influencia.
En realidad, uno no sabe si vale la pena acudir a votar el 16 de mayo. Ojalá que alguien me convenza.