No estaría demás que la procuraduría general de la República disponga una investigación sobre las circuntancias en que fue detenido el joven corresponsal de este diario en Barahona, Leo Corniel. Al menos, este diario lo exige, porque es obvio que un funcionario judicial extralimitó sus funciones y afectó los derechos del periodista, aunque lo creamos un caso aislado.
Corniel, corresponsal de Diario DigitalRD.Com en Barahona fue apresado por orden de Jiménez Suero al momento de que el comunicador acompañó a Diógenes Sánchez, un compañero suyo, a pedir una explicación del por qué su casa había sido allanada en horas de la mañana del pasado martes 4 de abril.
El fiscal Adjunto Pedro Jiménez Suero tendrá todo el poder que le confiere su investitura, pero no tiene derecho para mandar a trancar a ninguna persona, sino es en base al debido proceso de ley.
El abuso de un funcionario, así sea contra un humilde ciudadano, como lo es el periodista Corniel, no deben ser ignorado por las autoridades, pues en ocasiones este tipo de atropellos, cuando no se atienden a tiempo se convierten en una cadena peligrosa.
Es probable que no haya albototo alguno en el caso de Corniel, porque hasta en eso se discrimina. Los escandalos por los atentados a la libre expresión, o a los derechos humanos, dependen muchas veces de la jeraquía social de la victima.
Corniel ejece su oficio en Barahona, y por demás reporta para un medio como Diario DigitalRD. Com, cuya propiedad no forma parte de la elite de los medios de comunicación del país, o más bien del gran empresariado.
Pero aún así, el solo sale para todos, y la ley debe medirnos a todo por igual. Un abuso es un abuso, y la queja de Corniel y la solidaridad de los gremios periodisticos en Barahona indican que el funcionario Jiménez Suero al menos merece una amonestación de sus superiores.
Ojalá que nos escuchen.