Tengo que admitir, de entrada que no he logrado encontrar un marco de referencia sobre las cosas que ofreció o debió ofrecer Roberto Salcedo hace cuatro años a los electores del Distrito Nacional.
Buscando y buscando solo conseguí el programa de gestión ofertado por Roberto Salcedo en las elecciones del año 1998, cuando fue derrotado por Johnny Ventura.
Se trata del único parámetro disponible para medir el nivel de cumplimiento de las promesas electorales del actual síndico.
Si se hace una comparación entre los resultados de su actual gestión con las propuestas consignadas en el programa del 98, se podría llegar a la conclusión de que Roberto Salcedo se arrepintió de casi todas las ideas en las que creía antes de ser síndico y que habría decidido, en cambio, ocupar los cuatro años de su administración en la creación de un nuevo modelo de gestión que ha dedicado sus mejores esfuerzos al marketing político y a la imagen, convirtiendo al Ayuntamiento en una institución desvinculada de sus atribuciones tradicionales, incapaz de atender las más elementales demandas sociales.
El examen de las principales propuestas del “Marco de Acción Municipal: hacia un municipio saludable, habitable y eficiente”, el programa ofertado por Roberto Salcedo para el período 1998-2002, revela que el actual síndico no se ha ocupado de cumplir ninguno de los compromisos importantes que originalmente asumió con los electores del Distrito Nacional. Veamos algunos ejemplos:
Planeamiento Urbano. El programa de Roberto propone: “Reactivar y fortalecer los trabajos realizados por el Plan Director de la ciudad de Santo Domingo, que orienta, norma y regula el desarrollo del Distrito Nacional”. Roberto engavetó el Plan Director, que venía avanzando desde las gestiones de Rafael Suberví y Johnny Ventura, y lo cambió por el llamado Plan Estratégico de la Ciudad de Santo Domingo, cuyos frutos nadie conoce.
Plan de Acción Inmediata. El programa del PLD propone: “Recuperar parques y espacios públicos en proceso de deterioro y cuyas funciones han sido alteradas por prácticas socialmente insanas”. Faltando apenas meses para terminar la gestión de Roberto Salcedo, ninguno de los parques tradicionales de la capital ha recibido la atención del Ayuntamiento. Basta echar un vistazo al Parque Enriquillo, más arrabalizado que nunca; el Braulio Alvarez, donde el ADN no ha puesto ni un banco; el parque infantil Eugenio María de Hostos, “remozado” con una verja de alambres de púas como si se tratara de un corral de chivos, y todos los demás parques de barrios y urbanizaciones donde no se ha puesto un bombillo, con excepción del parque Mirador Sur, el único donde se han realizado algunas obras.
Extensión Comunitaria. El programa del PLD propone: “Construcción de canchas, salones multiusos, así como centros comunales en los barrios populares del Distrito Nacional, en coordinación con las organizaciones comunitarias”. El resultado ha sido: cero canchas, cero multiusos y cero centros comunales en los barrios populares.
Saneamiento Ambiental. El programa del PLD propone: “Iniciar una campaña de educación ciudadana acerca del manejo de la basura, explicando con claridad por los medios de comunicación, la necesidad de colaboración de todos los munícipes y las organizaciones sociales en la preservación de un ambiente sano mediante el adecuado manejo de la basura”. No se ha visto tal campaña de educación ciudadana. Todo el esfuerzo de promoción del Ayuntamiento se ha concentrado en proyectar la idea eufemística de “hacer una ciudad posible” y destacar la imagen personal del señor Roberto Salcedo.
Tránsito y Transporte Urbano. El programa de Roberto propone: “Un programa intensivo de señalización vial, tanto horizontal como vertical; además la rotulación de nuestras calles y avenidas y la numeración de las edificaciones”. En pocas palabras, el resultado ha sido: cero señalización horizontal y vertical, cero rotulación de calles y cero numeración de casas y edificaciones. Y si algunas cositas se han hecho en este sentido habría que agradecerlo a la empresa publicitaria Eudom.
Obras Públicas Urbanas. El programa de Roberto propone: “Realizar un programa inmediato de reparación y bacheo de las calles, avenidas y vías de penetración a barrios y urbanizaciones de la ciudad y sus barrios periféricos. Pregunten en cualquier barrio o urbanización de la ciudad si han visto una brigada del Ayuntamiento dedicándose a estos menesteres en los últimos cuatro años.
Mercados. El programa de Roberto propone: “Establecer un plan de construcción de mercados barriales de acuerdo a la disponibilidad económica del Ayuntamiento y ajustándose a un orden de prioridad de acuerdo a las deficiencias de este servicio, en coordinación con el Gobierno Central”. En estos cuatro años, el Ayuntamiento ni ha construido nuevos mercados ni tampoco ha rehabilitado los existentes.
Cementerios. El programa de Roberto propone: “Establecer un plan de construcción de cementerios en los sectores suburbanos del Distrito Nacional de acuerdo a las necesidades de cada sector y a las disponibilidades financieras del Ayuntamiento; 2) “Creación de Funerarias Municipales para contribuir al enterramiento digno de los munícipes fallecidos”. Ni una cosa ni la otra.
Deporte y Recreación. El programa de Roberto propone: “Reparar y construir instalaciones deportivas recreativas en los distintos barrios de la ciudad capital y poblaciones del Distrito Nacional. ¿Habrá visto alguien una cancha o un estadio construido o reparado por la administración de Roberto Salcedo?.
Cultura y Turismo. El programa de Roberto propone: “Establecer un programa de construcción de Casas Municipales de Cultura, en cada una de las secciones que forman parte del Distrito Nacional, para que se conviertan en agentes multiplicadores de la gestión y desarrollo cultural”. En la gestión de Salcedo no se ha construido la primera de esas Casas Municipales de Cultura.
Area de la Mujer. El programa de Roberto propone: “Promover la integración de las mujeres de la 3ra. Y la 4ta. Edad para que dirijan las escuelas laborales, y de esa manera aprovechar sus conocimientos y experiencias en el área de la economía doméstica y otros”. En la gestión de Roberto Salcedo prácticamente desaparecieron las escuelas laborales.
De las 23 escuelas que operaba la administración de Johnny Ventura, solo quedan dos que han sobrevivido precariamente gracias al esfuerzo de algunas dirigentes comunitarias.
El actual síndico aspira a reelegirse en el cargo y ha vuelto a formular nuevas promesas. A la luz de esta evaluación., los ciudadanos del Distrito Nacional tienen que pensar seriamente si él es una persona confiable para merecer una segunda oportunidad.
22 de abril, 2006