No ofende quien quiere, sino quien puede. En ese sentido, no pueden sentirse ofendidos los que aparecen en la foto publicada en los periódicos del país por el Comité Político del PLD, acusándolos de ser los dirigentes de la Gran Alianza Nacional, porque quienes pretenden ofender no tienen calidad moral ni política para hacerlo.
El ex presidente Hipólito Mejía, Amable Aristy Castro, doña Asela Mera de Jorge y el insigne fundador del PRD, el nunca bien reconocido Angel Miolán, tienen razones para sentirse orgullosos de haber formado, en un acto legítimo, una alianza que impedirá que el gobierno controle los poderes del Estado para continuar con su política económica que nos carga de impuestos mientras entrega el patrimonio nacional al gran capital, monopolista y rentista, extranjero y nacional.
Qué Hipólito Mejía y Amable Aristy Castro son los artífices de la Gran Alianza Nacional, es cierto. ¡Qué bueno! ¿Y…? ¿Cuál es el problema?
El PLD hizo un acuerdo racista con el doctor Joaquín Balaguer para impedir que Peña Gómez llegara al poder en el año 1996. Esa alianza fue buena para ese partido. Balaguer le regaló el poder a un hombre sin experiencia en el manejo de los asuntos de Estado. ¿Por qué ahora la alianza del PRD con los reformistas es maldita?
Ahora Amable Aristy no sirve. Pero es el mismo que el PLD llevó a la Liga Municipal Dominicana con tanques de guerra y metralletas, donde casi matan el presidente de la Asamblea Nacional.
Los personajes que aparecen en la foto, que perversamente un diario publicó sacándola de contexto, merecen respeto.
Doña Asela es la esposa de un ex presidente, Salvador Jorge Blanco. Ejerció su papel de Primera Dama con mucho juicio y mucha entereza, al lado de su compañero. Jamás usó fondos públicos para cuestiones innecesarias, ni se le hubiera ocurrido, en su condición de Primera Dama, irse a un espectáculo a bailar un sábado santo, dada su profunda vocación religiosa y su regia formación familiar.
Angel Miolán tiene una estatura política extraordinaria. Todos los dominicanos le debemos algo por sus grandes aportes a la libertad y a la democracia que disfrutamos hoy. A un hombre como don Angel Miolan, con más de 90 de edad, que es un paradigma, no se le puede faltar el respeto.
Hipólito Mejía es hombre de bien. Electo presidente de la República con el 50% de los votos de este pueblo, sin fraude electoral, y sin una "cadena" que le sumara 250 mil votos. Nadie lo puede acusar de ladrón ni de asesino. No llegó al gobierno con una mano "alante y otra atrás", como otros que hoy exhiben fortunas que nunca podrán explicar. Su gobierno terminó mal por razones que no viene al caso analizar, pero relacionadas con la quiebra fraudulenta de tres bancos privados. No creo que merezca atropello moral. No es justo.
La campaña electoral debe tener límites. No puede haber libertad para el atropello, ni para enlodar reputaciones. Pensé que escucharía la voz de la sociedad civil y de los jerarcas de la Iglesia Católica oponiéndose a la campaña sucia que ha puesto en práctica el gobierno. Estoy seguro que de haber sido al revés hace tiempo que esos señores y señoras ya habrían echado el grito al cielo para oponerse.
La carta de Orlando Jorge Mera, secretario general del PRD, fue juiciosa y oportuna. Es un llamado a la cordura, al respeto, porque si la oposición descendiera al nivel del PLD tendríamos a todos los dirigentes políticos en el fango, tendríamos un estercolero electoral.
La que no me gustó fue la carta del secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, porque me recuerda el cuento del que "tira la piedra y esconde la mano". El secretario general del PLD quiere que seamos tan ingenuos como para creer que en un partido tan centralizado como el PLD una Comisión de Publicidad cometerá el "error" de hacer lo que hizo. No me trago esa píldora. Reinaldo Pared responsabiliza a un organismo que nadie conoce, ni sabe quienes lo integran. Por otro lado, el espacio pagado lo firmaba el Comité Político.
No importa lo que diga Reinaldo Pared en su carta, el PLD continuará con su campaña sucia, seguirá utilizando los recursos del Estado, continuará intentando desacreditar a la Junta Central Electoral para luego impugnar los resultados de las elecciones. Es por ello que exhorto a la Gran Alianza Nacional a iniciar una campaña de denuncia internacional de los planes del gobierno y de las acciones del presidente Fernández, quien se pinta en el mundo como un civilista, como un presidente democrático. La Internacional Socialista a la que pertenece el PRD y los Social Cristianos de los reformistas, tienen que comenzar esta tarea, porque me temo que las cosas se pondrán más feas con el pasar de los días ante la eminente derrota del PLD el próximo 16 de mayo.