BUENOS AIRES.-Dos abogados argentinos presentaron una demanda contra dos particulares que les enviaban correo basura. Un juez les dio la razón y condenó a los acusados por invasión a la esfera de la intimidad y comercialización de información sobre terceros. Deberán pagar las costas del juicio y retirar el nombre de los denunciantes de sus bases de datos.
La privacidad en Internet es motivo de debate permanente y el correo basura suele estar en el eje de la cuestión. En este contexto, los abogados Gustavo Tanús y Pablo Palazzi -especialistas ambos en estas cuestiones- dijeron basta y en 2003 se presentaron ante la Justicia. ¿Qué querían? Simplemente que la firma de fantasía "PubliCC Soluciones Informáticas" dejara de enviarles correos electrónicos con publicidad no solicitada.
Luego de tres años de idas y venidas, el 7 de abril último, el juez Roberto Toti condenó a los “spammers”, sentencia de la que acaban de notificarse Tanús y Palazzi. Desde su despacho del centro porteño, Palazzi explicó que están “satisfechos” con el fallo, que "es el primero en la Argentina". En Latinoamérica sólo hay un antecedente, en Colombia, pero ese fallo fue revocado en Segunda Instancia.
Tanús y Palazzi incluyeron en la demanda copias de los mensajes recibidos, que incluían direcciones a las que –supuestamente– se podía solicitar ser “removidos” del listado de destinatarios de los envíos de publicidad. Pero nunca funcionaron: los pedidos no fueron respondidos y los avisos seguían llegando. Los e-mails que originaron la demanda ofrecían un CD con bases de datos: miles de direcciones de correo electrónico de varios países.
El correo basura genera pérdidas de tiempo pero, además, hay un concepto técnico por el cual es condenable: se trata de publicidad en la que parte de los gastos corren por cuenta del receptor del mensaje, que paga por su conexión a Internet. Por eso, el correo electrónico no solicitado, conocido como “spam”, es uno de los mayores problemas de las empresas. Sin embargo, hay personas que se han hecho ricas.
Aunque existen ciertas leyes vigentes, actualmente hay en el Congreso dos proyectos de ley que pretender regular este tema, pero no hay ninguna certeza acerca de cuándo pueden llegar a ser tratadas y aprobadas.