SANTO DOMINGO.-La intolerancia, impropia de una actividad cultural como una Feria del Libro, se hizo presente anoche cuando simpatizantes del Gobierno Cubano intentaron entrar conferencia de la exiliada Zoe Valdez.
Valdez fue invitada a dictar la conferencia “Cuba: ficción y realidad”, por los organizadores de la Feria Internacional del Libro.
La conferencia debió darse a puerta cerrada y utilizar a un contigente de polícias para evitar que ingresara el grupo que pretendía boicotear el acto.
Un coronel del Ejército y un capitán de la Policía dirigieron la operación.
No obstante el asedio, Valdez fue cortante. De Cuba, dijo, sale muy poca información sobre lo que acontece, y es tergiversada y servil, pues, son, agregó, 47 años de dictadura.
“Es un régimen de una crueldad tremenda, es un hombre que sencillamente ha utilizado el pueblo de Cuba para hacerlo su finca en la más cochina tradición de su padre latifundista”, dijo.
Cree que el futuro de Cuba tiene que ser donde una vez mas el pueblo pueda llegar a la democracia y que todas las personas mestizas, mujeres, hombres y gente de color, tenga la posibilidad de dirigir ese país.
No cree que otros escritores tengan que disculparse por hablar de la política de sus países.
Sostuvo que no lo hizo Isabel Allende, en Chile, cuando aún habla de lo que fue la dictadura del general Augusto Pinochet. Tampoco, Mario Benedetti, en Uruguay; Gabriel García Márquez, en Colombia y otros escritores latinoamericanos que sencillamente tienen opiniones políticas, o que han sufrido dictaduras.
El moderador de lacto fue el subsecretario de Cultura, Avelino Stanley, quien tuvo que ponerse de pie para contener la avalancha de comentarios de personas a las que no les había concedido turnos para preguntas.
Ante la mesa de presentación, además de Valdez y Stanley, también estuvieron el director de la Feria del Libro, Alejandro Arvelo; el periodista cubano Camilo Venegas y el escritor Domingo Berigüete.
La sala estuvo repleta, pero muchas personas, incluidos invitados internacionales y periodistas, se devolvieron al encontrarse con el impase.