SANTIAGO.- La fiscalía de este municipio destruyó más de 40 máquinas traga monedas, que había incautado tras encontrarlas funcionando en lugares prohibidos por la ley. Para la destrucción de esos aparatos, el fiscal Raúl Martínez se hizo valer de una máquina pesada de las denominadas “rodillos”, con la que los trituró, en presencia de varias personas y de un alto funcionario de la secretaría de Finanzas.
La acción formó parte de la campaña que lleva a cabo desde hace meses la fiscalía local, de incautar y destruir las traga monedas que son detectadas en sitios públicos donde pueden acceder menores de edad.
Insistió en que las mismas fueron ocupadas por las autoridades judiciales de esta demarcación, porque violaban la legislación vigente. La fiscalía local es la única institución de su género en el país, que mantiene la campaña de persecución de esos negocios.
Martínez se quejó de que ya fue aprobada una ley que permite el retorno de las traga monedas a sitios públicos, aunque con determinadas condiciones, a bancas de apuestas deportivas.
“Nosotros hemos fijado una posición, criticando la aprobación de esta nueva legislación y sugiriendo que se haga una enmienda, para que las máquinas puedan estar alojadas sólo en casinos de los hoteles”, agregó.
Dijo Martínez que la acción de destruir esos aparatos “es un mensaje a las personas que están dedicadas a esos menesteres a que, si no se ajustan a las normativas vigentes, caerá sobre sus hombros todo el peso de la ley”.