Obras de la importancia del METRO, para solamente mencionar una, está abocada a sufrir los efectos de los precios del petróleo, que andan desmandados por obra y gracia no tanto de los problemas políticos, sino al parecer de imponernos una especie de nue- va dictadura que nos perjudique en cosas esenciales.
Es una crisis en momentos electorales en la República Dominicana, en cuyos resulta-dos está demasiado interesado el gobierno central y su soporte político, como para to-mar medidas que pudieran perjudicarle en dichos resultados.
El mismo Secretario Administrativo de la Presidencia de la República, posterga las de-cisiones para luego del evento comicial de mayo.
Todos parece indicar que una mujer del fino tacto de Elena Villeya lo ha entendido de esa forma, y trata por todos los medios de que el posible mal efecto no sea traspasado en lo inmediato al pueblo que es quien siempre paga los platos rotos.
Pero existe la posibilidad de otra crisis, ya de hecho planteada y discutida, conocida y preocupante, que es la forma en que viene trabajando la Junta Central Electoral en el montaje de los comicios, algo que llena de preocupación a sectores de la vida nacional que lo que menos quieren es un nuevo retroceso en los procesos eleccionarios.
Se desconocen los nombre de los candidatos a nivel nacional, no se han elaborado las boletas, todavia existen discusiones por posiciones entre los aliados, y asi desde la publicidad, hasta ciertas medidas internas, la Junta pasa por momentos muy dfíciles a muy poco tiempo del evento comicial.
Asi las cosas, un problema es de gravedad para el gobierno, pero el otro lo será para todo el país involucrado de una manera u otra en un proceso nada bien dirigido y de una importancia que pocos podemos asumir en estos momentos, pero que pudi-era ser el pan nuestro por lo menos del año que viene, y de los congresista elegidos en esa contienda civica.
La relidad es que apesar de que una especie de raro silencio cubre estos dos problemas, nadie puede negar que el Presidente de la República está inmerso en resolver por un lado los efectos de los precios del crudo, y por el otro en ver como sale más o menos airoso de una contienda eleccionaria que nueva vez ha caido sobre sus ya cargados hombros.