Los líderes que convocan la justificada protesta un Día sin Inmigrantes en Estados Unidos deben de poner atención al editorial del prestigioso diario New York Times. La cautela que recomienda el diario no debe ser desdeñada, pues se trata de un órgano bien informado que sabe como late el corazón de los poderes y de la sociedad estadounidense.
En su editorial titulado "el gigante dormido ha despertado", el rotativo señala que el paro puede afectar a los participantes.
Agrega que la acción podría forzar a la pérdida del trabajo y enviaría un mensaje equivocado a los estudiantes sobre la importancia de la educación. Esas son sus reflexiones.
Otro enfoque del asunto podría surgir de los auspoiciadores. Los 11 millones de indocumentados entienden que si no hacen nada también corren el riesgo de perder sus empleos, como ha venido ocurriendo.
De los estudiantes, habrá quienes estén convencidos que si deportan a sus padres por falta de documentos, ellos perderían lo que el New York Times desea que preserven.
New York Times considera que el boicot puede dar al grupo anti-inmigrantes "Minuteman" y a entrevistadores "morones" (tarados) de algunos medios de comunicación, la oportunidad de ufanarse ante los legisladores sobre la importancia de endurecer las leyes migratorias.
Para el diario, el "gigante dormido" puede y debe moverse, pero dando pasos cuidadosos para no afectar la causa de una reforma migratoria amplia.
Lo que plantea el diario es que la corriente antimigratoria podría fortalecerse a partir de mañana si los auspiciadores de la protesta no son prudentes.
Tras encomiar las actividades de presión, a las que compara con el movimiento por los derechos civiles en este país en la década de los años 60, New York Times resalta que muchos defensores de la causa de los inmigrantes han trazado una distinción entre las protestas pacíficas y los boicot punitivos como el convocado para el 1 de mayo.
El diario dice que estos defensores estiman que deberían evitar infligir dolor con un boicot a EU “para probar lo mucho que aman” a este país.
De lo que se trata es de evitar que haya gente que crea que este es el final de su lucha, que no entienda que lo de este primero de mayo es un acto sinbólico, muy significativo, para evitar que la intolerancia se imponga contra los inmigrantes indocumentados.