WASHINGTON.- Programas de radio y televisión en varias localidades estadounidenses destacan la convocatoria de organizaciones defensoras de los inmigrantes al boicot laboral y comercial, previsto para este 1º de mayo.
Más organizaciones religiosas, sociales y de empresarios prometieron sumarse al paro de este lunes, con el objetivo de presionar al Congreso para que apruebe una reforma migratoria favorable a los indocumentados.
Según medios noticiosos de Phoenix, Arizona, activistas y líderes latinos hicieron un llamado a la comunidad inmigrante para que mañana, en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores, no asistan a sus centros laborales ni compren productos en establecimientos comerciales.
Representantes de dos mil campesinos de Texas y Nuevo México amenazaron con boicotear a los empleadores que sancionen a los asalariados que no se presenten en los campos este lunes.
Según el diario La Opinión, de Los Angeles, las pancartas y el ánimo de las personas que apoyan el boicot ya están listos para protagonizar el primer paro laboral a nivel nacional que ha visto la historia estadounidense.
Los grupos a cargo de la movilización para las distintas marchas que se realizarán en varios puntos del sur de California ajustan los últimos detalles en torno a la seguridad y equipos de emergencia, con la conclusión de los carteles y la reafirmación del mensaje.
La idea del paro económico nacional surgió antes de la Mega Marcha realizada el 25 de marzo último en Los Angeles, pero desde ese día ganó nuevos adeptos.
Un estudio realizado por la compañía de Investigación García revela que el 70% de la comunidad latina apoya el paro laboral, educativo y comercial.
La encuesta fue realizada a personas de habla hispana que viven en las ciudades con mayor cantidad de inmigrantes como Los Angeles, Chicago, Nueva York y Houston.
El viernes último, líderes de la comunidad afro-americana anunciaron también su apoyo a las actividades del 1º de mayo para exigir al Gobierno federal una reforma migratoria justa.
«Vamos a estar presentes en la marcha del lunes y todas nuestras voces van a sumarse al Sí se puede, para decir que juntos sí podemos hacer un cambio», dijo el reverendo Lewis Logan, pastor de la Iglesia Bethel AME, en el sur de Los Angeles.
Mientras avanzan los preparativos para el boicot del 1º de mayo, las negociaciones en el Congreso para lograr una reforma migratoria razonable marchan con lentitud. Los sectores más conservadores consiguieron incluir una enmienda para la seguridad fronteriza.
El pasado miércoles el Senado aprobó un agregado a una Ley de Presupuesto Adicional de Emergencia, que garantiza mil 900 millones de dólares, para mejorar el control de las franjas limítrofes con Estados Unidos, sobre todo la que separa al país de México.
La iniciativa del senador republicano Judd Gregg fue acogida por 59 votos a favor y 39 en contra, y se considera el primer paso para una ley más amplia.
El presupuesto sería dedicado a la compra de aviones para vigilar las fronteras y financiar la construcción de un muro cerca de San Diego, California, una de las acciones que despierta mayor rechazo entre los defensores de los indocumentados.