PENALIDAD EN EL CÓDIGO NEGRO DE LA ISLA ESPAÑOLA es sin duda una de las primeras obras del derecho penal dominicano, aunque haya sido escrita en tiempo muy breve por su autor, el maestro español don Constancio Bernardo de Quirós, viviendo en tierras americanas, en 1942.
Se trata de un proyecto de código carolino que nunca llegó a ponerse en vigencia, ordenado a la Real Audiencia de Santo Domingo para que rigiera en las posesiones españolas donde había población cautiva procedente de África, y que nuestro autor tuvo la ocasión de enjuiciar a la luz de las modernas teorías del derecho penal.
El texto todo da cuenta del rol jugado por el Código Negro Carolino (1784) en el sistema penal de la época colonial imperante. Este Código fue llamado así en honor del Rey Carlos III de España, atribuido al clérigo y oidor Decano, don Agustín Ignacio
Emparán y Orbe.
El Código Negro de la Real Audiencia de Santo Domingo para el gobierno económico, político y moral de esta Isla Española tiene un gran interés histórico, ya que gracias a él podemos conocer las ordenanzas que sobre los esclavos (negros, indios y mulatos) se dictaron en la primera mitad el siglo XVI en la Isla Española y que fueron las primeras ordenanzas de esta naturaleza.
Los documentos que figuran en ese volumen son las «Diligencias» y a ellas se añadieron como anexos (I y II) los que sirvieron para redactar la Cédula de 1789, menos el extracto de las «ordenanzas antiguas» y el del «Código» mismo preparado por Emparán; ello permite obtener una visión de conjunto de lo que sobre la raza negra y su esclavitud, en cierto aspecto pensó el colonizador de Santo Domingo del siglo XVI y la Corona en el XVIII al transformar sus ideas en disposiciones legales de carácter local y general.
La primera edición del Código Negro hecha en Santo Domingo estuvo a cargo del ilustre historiador don Javier Malagón Barceló –español y toledano, que la Revolución española vertió a nuestro suelo dominicano, aunque no por mucho tiempo–, por encargo del arquitecto José A. Caro Alvarez, ex Rector de la Universidad de Santo Domingo, Fundador de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña, ex Director del Museo del Hombre Dominicano. Editora Taller, 296 páginas, primera edición, 1974.
El documento tildado como “triste”, por el historiador Roberto Cassá, “por ratificar y extremar relaciones a todas luces condenables, puesto que estipulaban la inferioridad de las personas de color y la nulidad jurídica de los esclavos. Tal vez sin conciencia expresa, con su condena de las modalidades crueles de las penas que contenía el Código, el criminalista español se alejaba resueltamente de las idealizaciones idílicas de que era objeto la sociedad colonial por los tratadistas conservadores”.
Estamos muy complacidos de presentar esta obra, la primera que pone a circular la nueva Sociedad Dominicana de Criminología; esta Puesta en circulación de la Penalidad en el Código Negro de la Isla Española, del maestro español, es particularmente importante, porque el autor de la obra es el auténtico precursor de la criminología dominicana.
Gran honor para nosotros recordar que éste tal vez sea un evento histórico para el movimiento criminológico que empezamos hoy. Tuvimos el honor de disfrutar de la compañía de doña Lili, hija de don Constancio, y de toda su familia. Nuestro agradecimiento sincero a la familia Cassá-Bernaldo de Quirós y en especial a Roberto
Cassá por el prólogo-estudio que nos hiciera para el texto.