Para el que no ha vivido en barrio populoso es muy fácil decir que se deben matar a mansalva todos los jóvenes delincuentes que pululan en las esquinas y callejones de los principales sectores arrabalizados o no de la parte alta de las ciudades dominicanas. Es la solución mas salomónica: “muerto el perro se acabo la rabia”.
Pero para los que han estudiado las sociedades, los líderes comunitarios, religiosos y políticos, las cosas tienen otra dimensión y por ende otras soluciones. El nivel de socialización delincuencial que viven los sectores populares tiene múltiples aristas, es decir, hay múltiples generadores. Si hacen una revisión histórica de las grandes bandas hippies que surgieron en los Estados Unidos en la década de los 60, veremos cuan eficiente fue la intervención del Estado Norteamericano.
No solo se hizo una campaña de conscientizacion sobre el origen del movimiento, sus motivaciones y posibles consecuencias; sino que se lanzaron miles de profesionales estudiosos de la sociedad y la conducta humana a diseñar programas de intervención en los grandes guettos de las ciudades, se produjeron películas alusivas; se aperturaron los trabajos juveniles, etc.
Hubo una verdadera acción del Estado frente a un fenómeno que parecía írseles de las manos. En nuestra media isla no hay una verdadera política de estado para asistir al proceso de degeneración de los jóvenes que se socializan en medio de la delincuencia social, la cárcel de la Victoria está llena de niños y jóvenes que han incurrido en delitos graves; las esquinas de los sectores populares están llenas de niños vendiendo drogas o cuando no asaltando sin escrúpulos.
En los barrios hay líderes y organizaciones que trabajan por contrarrestar la delincuencia y su influencia negativa en los niños; pero han sido abandonados a su suerte por los gobiernos y la demagogia de los políticos profesionales. Si, los clubes, cooperativas, iglesias, sindicatos, asociaciones sobre viven de la caridad y sin la fuerza necesaria para enfrentar el flagelo de la delincuencia.
¿Dónde están los politécnicos de los barrios que tanto han cacareado los distintos síndicos, senadores y diputados; donde están los talleres artesanales y las fabricas que se han ido poniendo en la Cienaga, Gualey, Capotillo, Cristo Rey, Herrera, Los Mina, etc.? ¿Qué pasa con las policlínicas de los barrios que parecen ventorrillos con dos o tres enfermeras y médicos sin medicinas, sin equipos?
Matar jóvenes a diestra y siniestra pareciera ser la solución; pero no, cuando la situación de indigencia y calamidad económica, falta de educación y trabajo continúen existiendo crecerán miles de jóvenes vendedores de drogas, asaltantes en fin delincuentes que buscaran la forma de obtener dinero para vivir ellos y su familia; eso no los justifica; pero es una razón para ellos.
¿Qué hace la Secretaria de la Juventud?, sino mantener un grupo de empleos con el poco presupuesto que recibe; qué puede hacer la Sedefir si le quitaron la mitad del presupuesto que pidió para intervenir en los barrios; expliquen porqué Casa Abierta y Hogares Crea languidecen en medio de la falta de presupuesto. Los clubes juveniles se han ido desapareciendo o sobreviven gracias a dos o tres quijotes que hacen lo que pueden.
Donde está la política del Estado para unificar una acción preventiva masiva que se conjugue con una acción represiva dentro de la ley; la reforma carcelaria que evite que los jóvenes presos regresen más delincuentes que cuando entraron; en fin que no es con vocingleria y promesas bonitas que solucionaremos una situación que afecta a toda la sociedad dominicana y en especial a quienes tienen que perder.
Es cierto que hay muchos padres irresponsables que no educan a sus hijos, no le dan seguimiento y mucho menos les proveen de los necesario para estudiar y comer; pero esos mismos padres no ganan lo suficiente, no tienen educación ciudadana para traspasarla a los hijos; no tienen cómo orientar a sus hijos; los que sabemos un poco y tuvimos la dicha de educar a los nuestros sabemos cuán difícil se hace esta tarea para padres profesionales y/o con medios económicos. ¿Que será de un obrero con 4 o 5 hijos, con sueldos míseros, hacinado en un ranchito, sin luz la mayor parte del día, trabajando 12 y 15 horas. ¿Cómo educa y controla sus bastagos?, les dejo eso de tarea.