Realmente es preocupante como han maliado la política en nuestro país los que se llaman dirige tes de los partidos al más alto nivel.
Anteriormente un miembro cualquiera de una de esas agrupaciones hasta empeñaba para ir a una manifestación de su agrupación, o pedía prestado, se juntaban para hacer menos costoso el pasaje.
Y que decir de la política romántica de los años posteriores a la desaparición de la tiranía cuando las ideas y el amor a la patria era el cultivo diario de los que ejercían la ciencia-arte.
Muchos afirman que fue el Presidente Balaguer quién dañó ele ejercicio de la política por el dar que puso en práctica, pero aunque eso sea cierto todo parece indicar que solamente él veía esa forma de hacer política como positiva, porque si de algo carecen los altos dirigentes del reformismo, de los tres reformismo, es precisamente de ser dadivosos o abiertos para con sus amigos o sus partidarios.
El tema lo traigo porque me decía un dirigente del PRD, no dado a beber, ni comer asopaos o una cosa que hacen de harina de trigo con sardinas y demás condimentos, que él no ha podido conseguir un peso en la presente campaña, porque el asunto está tan duro que ni siquiera se pueden vender las botellas de ron porque las ofrecen destapadas, o en específicos lugares en donde se realizan las concentraciones.
Que nadie sabe lo que han hecho los partidos con los cuartos que le dieron en la junta, y que el grito, por lo menos en su partido es grande porque los responsables de darle los dineros a los candidatos no aparecen, o se enferman de unos extraños dolores cuando tienen que hacer frente a las necesidades y obligaciones de una campaña.
Me decía que como a Hipólito lo han mandado a un bajo perfil, una especie de lo que hizo Peña Gómez con Jorge Blanco para ver si ganaba las elecciones, los ricos del gobierno pasado no aparecen, por lo que los picoteos están malos, muy malos, y nadie quiere esperar a ver si ganan porque entonces nadie ve a los ganadores, y esperar la zafra de las elecciones generales es demasiado tiempo para el que siendo miembro de un partido sindicado de poderosamente rico, no tiene en que caerse muerto.
La familia política está disgustada, y eso de integrarse para que no ganen los otros, ya no vale porque cuando los otros ganan las cosas siguen iguales, todo para los de arriba, y fuego y promesas para los de abajo, gastar pasajes y suelas de zapatos, pasar hambre, y no se recibidos nunca.
Feo el espectáculo de la política dominicana, muy pero muy feo.