IGUAZU.-El presidente Kirchner y sus pares de Bolivia, Brasil y Venezuela ya están reunidos en Iguazú por el anuncio de nacionalización de hidrocarburos que hizo La Paz. Antes del encuentro, el mandatario boliviano espesó el clima y calificó la anulación de inversiones de Petrobras en su país como un “chantaje”, segun reseña el diario clario.com de Argentina.
Con alta tensión, arrancó hace minutos una reunión clave entre el presidente Néstor Kirchner y sus pares de Bolivia, Evo Morales, Brasil, Lula da Silva, y Venezuela, Hugo Chávez, tras el anuncio de La Paz de nacionalización de los hidrocarburos. El encuentro arrancó con clima espeso, ya que antes de ingresar, el mandatario boliviano calificó de “chantaje” la anulación de inversiones en su país anunciada por la compañía brasileña Petrobrás.
Antes del encuentro entre las cuatro partes, Kirchner y Lula mantuvieron un primer encuentro a solas.El análisis que domina todas las conversaciones es acerca de las posibles consecuencias de la nacionalización de los hidrocarburos dispuesta por el gobierno de La Paz, en medio de una fuerte tensión diplomática de alcance continental.
Antes de la reunión entre presidentes, Kirchner se encontró con el gobernador de Misiones, Carlos Rovira. El Presidente partió a las 8 desde Buenos Aires hacia la ciudad misionera, a la que llegó alrededor de las 9:30. Luego hizo un aparte en el Casino de la ciudad con su par brasileño, a la espera de los otros dos mandatarios.
La cumbre fue impulsada por Lula y apoyada por Kirchner. La medida llevada a cabo por el Gobierno de La Paz supone unas condiciones más duras en la negociación sobre los precios del gas que Bolivia exporta a la región y afecta directamente a la estatal brasileña Petrobras y a Repsol YPF.
La decisión del gobierno boliviano obliga a las petroleras a renegociar sus contratos de explotación en los próximos seis meses. E implica que esas firmas deberán entregar su producción a la estatal boliviana YPFB para su comercialización.
El encuentro de los presidentes servirá para analizar a fondo la situación. Kirchner y, sobre todo, Lula buscarán que se tomen ciertos recaudos para que la medida no tenga un fuerte impacto negativo en las economías de Argentina y Brasil.
El suministro de gas boliviano representa el 5% del mercado en Argentina, pero, en Brasil, resulta vital en el Estado de San Pablo, el principal polo económico del país. Aunque en lo discursivo Lula bajó los decibeles de la polémica, su ministro de Hacienda, Guido Mantega, amenazó con demandar a Bolivia ante los tribunales internacionales en Nueva York si La Paz exige un precio mayor por el gas tras la nacionalización.
Esta mañana llegó la réplica de Evo Morales, que calificó de “chantaje” la decisión de la petrolera brasileña Petrobrás de levantar inversiones, en un comunicado de la Agencia Boliviana de Información. Y reiteró que la nacionalización "es una decisión soberana y no negociaremos nada sobre ese tema".