BOSTON, Massachusetts.-Primero fueron los irlandeses; luego los judíos; un poco mas tarde les toco el turno a los italianos. Los ingleses dijeron, cuando ya no podían soportar el peso de la miseria, tenemos que emigrar. Y asi lo hicieron, llegaron a tierras americanas, trabajaron duro, se organizaron –juntos con los irlandeses e italianos- y contribuyeron significativamente al proceso de liberación y lucha de independencia, para constituir lo que es hoy Estados Unidos: una nación fundada por inmigrantes.
Es una realidad tan patente, aunque se hable ingles y predomine el catolicismo, que USA no tiene idioma oficial, tampoco tiene una religión que defina la espiritualidad de su pueblo. Todos debemos recordar lo mucho que nos divertíamos –inocentemente- cuando de niños veíamos aquellas históricas películas, en las que el indio –nativo de estas tierras americanas- resultaba siempre vencido en las desiguales batallas de tiros y espadas contra flechas.
Así construyeron su imperio, a sangre y fuego, no les bastaron sus territorios sino que se expandieron por toda nuestra América Latina y el mundo, al extremo que tienen posesiones a las que denominan “territorio no incorporado de EU”, saquearon nuestras riquezas y establecieron su dominación política. Pero cuando necesitaron nuestra mano de obra barata abrieron las compuertas del país y nos aceptaron conforme para explotarnos y desarrollar su economía.
Hoy, los inmigrantes somos la primera minoría de Estados Unidos –poco más de 40 millones de personas, el 13.3 por ciento de la población- y tenemos poder económico y cada vez mas adquirimos poder político. A esto es que realmente se le teme, por eso, no solo nos quieren sacar, hacen lo posible por impedir que lleguemos.
Pese a que hace mas de un siglo el mundo conmemora el sacrificio de los mártires de Chicago, en Estados Unidos, el primero de mayo es un dia común y corriente, y laborable. El de este año 2006 fue un dia grande, doblemente significativo, primero, porque los inmigrantes hispanos, negros y de otras razas y cultura pudimos celebrar esa fecha en suelo norteamericano, y segundo, porque le dimos una demostración de fuerza, con movilizaciones solo comparable con las luchas de los anos 60 por el reconocimiento de los derechos civiles y la igualdad entre los seres humanos.
Es que con las manifestaciones de Los Ángeles, Chicago, Nueva York, Miami, Texas y las cientos de marchas y concentraciones que movilizaron a miles a lo largo y ancho de Estados Unidos se les envió un claro mensaje al congreso norteamericano:
Los inmigrantes somos una realidad y el país nos necesita; bajo ningún concepto aceptaremos maltratos ni atropellos, y mucho menos que se nos trate como delincuentes y criminales. No, ellos tienen que aprender y comprender el mensaje, porque en el problema de la migración Estados Unidos tiene una gran responsabilidad por ser patrocinadores de “gobiernos democráticos”, corruptos, saqueadores de los recursos con los que se deben solucionar los problemas de salud, educación y alimentación de la gente.
Me preocupa, la falsa percepción de unos pocos que, en su afán por desmeritar la justa lucha que libramos todos por una justa reforma migratoria, quieren presentar el asunto como un problema de mexicanos y centroamericanos, tratando incluso, de restar valor y calidad a todo este movimiento que va en ascenso y por buen camino.
Nadie podrá ignorar ni hacerse de la vista gorda con esta lucha justa. Escuche, en días pasados, el humorista y candidato a diputado Luisin Jiménez que le preguntaba a Freddy Beras Goico, el programa Con Freddy y Punto, ¿cuánto dinero se evade al fisco por ser ilegal?. Yo quiero decirle, a ese buen muchacho, que es todo lo contrario, el fisco es que debe explicar que hace con los miles de millones de dólares que los ilegales, indocumentados pagan de impuestos y que por diversas razones no reclaman.
Entonces, no se puede ignorar a doce millones de personas que están reclamando legalizarse para seguir ayudando a este país. Por eso, si ayer vinieron de Irlanda, Italia y de Inglaterra, en los nuevos tiempo venimos de nuestra América Latina, Asi, África y todas las naciones a las que Estados Unidos a saqueado y explotado con sus relaciones comerciales y políticas desiguales, siempre en ventajas para ellos. Y que se sepa, quienes nos enseñaron el camino fueron los propios norteamericanos. ¡Ojo Pelao!.