Salvo contadas y honrosas excepciones en el diarismo nacional, ya nadie está escribiendo de espectáculos con el rigor y el criterio con que se escribía en los decenios 80 y hasta mediado de los 90. Contamos con una crónica, mal llamada de “arte”, que cada vez es más rosa y light y lo que es peor: afeminada.
Vivimos la realidad hoy, de que nuestros cronistas de arte no investigan para escribir, desconocen el background de los artistas y opinan de forma light, si es que opinan. Se trata de una crónica preocupada más por el marqueting y la vida privada y personal del artista y no por la calidad de la obra, que es lo que hay que enjuiciar o debiera interesar.
El cronista de arte, especialmente el que escribe para los periódicos no tiene la importancia y el prestigio de otros años. Y se confunde al buen cronista de arte con el que hace comentarios de farándula que es el que está “pegado” o de moda hoy. No importa que no sepa redactar una sola nota de prensa.
Algunos de estos comentaristas de farándula no tienen tiempo siquiera para leerse un buen libro, pero quieren opinar de todo. Es decir, ellos saben de política, de cultura, de economía, del dólar, de todo…y quieren opinar de cuántas cosas acontecen en el país. Obviamente, dirán ellos, estamos haciendo una crónica globalizada.
Pero lo cierto es que da lástima leer a los post modernos cronistas de espectáculos. El asunto es más penoso de lo que usted pueda imaginar. Y para colmo, lo peor que le sucede a la crónica de espectáculos de estos tiempos es que ha degenerado, de tal manera que el sector perverso y que se ha afeminado es el que lleva la voz cantante.
En otras palabras, mientras más “pájaro” usted sea, más oportunidades tiene que le den un empleo en un canal o periódico o le llamen para conducir un programa.¡La capacidad o preparación del periodista no importa!. Llegan tan lejos, que fíjense cómo la directiva de nuestra ACROARTE ha tenido que anunciar que en las próximas horas estará sometiendo a los “comentaristas” o “cronistas” de farándula del programa “Los Dueños del Circo”.
Y es que estos seudos cronistas tienen las espuelas muy largas. En interés de impactar o de dar “un palo” se atreven a formular acusaciones sin ninguna prueba o base. Lo único que importa es el chisme, la frivolidad, la mediocridad, lo banal y lo superficial. Ya el cronista dejó de preocuparse por la situación social del artista.
Antes, sobre todo, entre mediado de los 80’s y los 90´s, los cronistas se destacaban por escribir muy buenas crónicas y reportajes de espectáculos como las que hacían Agustín Martín, Juan Taveras Hernández, Carlos Batista Matos, Cristhian Jiménez, José Francisco (Chico) Arias, Cheo Tejada Gómez y quien esto escribe, que por imprimirle tanta belleza a sus crónicas le pusieron el sobre mote de poeta, pese a que nunca había publicado poesía a excepción de un poema que le publicara Juan TH en su columna de entonces Movimiento Artístico dedicado a la periodista Ivonne Ferreras.
Se hace urgente que la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) retome los cursos o seminarios de entonces porque existe una crónica nueva que debe entender lo que es hacer crónica de arte que es muy diferente también a hacer critica de arte.
Nuestra crónica farandulera está tan floja, que los artistas internacionales reaccionan sorprendidos hasta de la ignorancia de las preguntas que les formulan. Y es que el artista internacional advierte de pronto, que está hablando con un desconocedor del rol de aquél en la sociedad. Como también los artistas de los 80’s notan la diferencia en cómo escribíamos ayer y cómo escriben hoy los nuevos cronistas.
Pero también cómo algunos rayan en lo ridículo. Porque hay cronistas de espectáculos que producen un programa malísimo del cual son conductores y entonces se ponen a criticar la producción de otros programas que a veces están mejor producidos. Es una realidad que se vive a diario en nuestro “medio” televisivo local y de la cual se queja constantemente las mujeres que están los programas de televisión.
Hay que abogar porque mejore la crónica y el comentario artístico. Que elevemos el nivel, porque se ha perdido. Y que la critica o la crónica tenga fundamento. Amén.
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Miembro y ex directivo de ACROARTE.