SANTIAGO.- La Junta Electoral de Santiago recibió, la tarde de este lunes, los materiales que deberán utilizarse en las elecciones municipales del próximo martes, aunque algunas de las cajas llegaron con piezas de menos. Vigilados en todo el trayecto de la capital a esta ciudad por miembros de la Policía Electoral, tres camiones conteniendo las urnas arribaron a las instalaciones del organismo comicial, siendo recibidos por los jueces de la Junta, encabezados por su presidente, Haime Thomas Frías Carela.
El primer camión en ser descargado fue el que transportó los materiales de la circunscripción uno. La primera caja desmontada fue la correspondiente al colegio electoral 468, ubicado en la extensión de un centro universitario de aquí.
Frías Carela, asistido por los demás miembros de la Junta Electoral de Santiago, procedió a abrirla y comprobar que todos los artículos necesarios estaban en el interior.
Sin embargo, los jueces pudieron detectar que a dos de las primeras cinco urnas chequeadas les faltan los sellos que permiten, junto con la firma del presidente, validar la boleta electoral, por lo que se pusieron de inmediato en contacto con la dependencia de la Junta Central Electoral responsable, informándole tal cosa.
De la sede central se les informó que ciertamente faltaron esos y otros sellos, lo que tuvo su origen en que la empresa que los está confeccionando, sufrió un ligero retraso, pero que llegarían en los próximos días.
ENTREGA DE CREDENCIALES
La mañana de este lunes, la Junta Electoral de Santiago inició el proceso de entrega de credenciales a las personas seleccionadas para trabajar como funcionarios de los colegios electorales, en representación de ese organismo.
Una impresión de las autoridades locales provocó que en la mañana se presentaran cientos de los convocados, lo que imposibilitó el normal desarrollo de entrega de esos documentos.
La falla consistió en que, a pesar que las entregas de las credenciales serán hasta este miércoles, los empleados de la Junta Electoral que convocaron se limitaron a pedir que fueran el lunes, a partir de las nueve de la mañana, lo que produjo un cuello de botella.
Personas consultadas consideraron que lo práctico hubiera sido que se les convocara en horarios y días diferentes, a fin de que pudieran retirar con mayor fluidez la acreditación.