SANTO DOMINGO.-.Falleció en la ciudad de Washington, el padre Christopher L. Lockard, encargado de Incidencia del Servicio Jesuita a Refugiados (SJR), en los Estados Unidos y calificado como una incansable voz que propugnaba por una reforma migratoria justa, que no penalice a los inmigrantes irregulares residentes en la urbe norteamericana.
La información fue divulgada en un boletín del SJR/USA y firmada por su director regional, el sacerdote jesuita ken Gavin y enviada a los medios informativos por el SJRM de Santo Domingo.
El padre Lockard murió en su habitación de forma inesperada en la madrugada del tres de mayo en la jesuita San Luis Gonzaga en Washington, DC.
“En su ron de Analista de Políticas con el Servicio Jesuita a Refugiados de los Estados Unidos, el padre Christopher siempre demostró su compromiso con el sufrimiento de los refugiados y desplazados en la región Latinoamericana y del Caribe”, indica la nota del SJR/USA.
Agrega que el fallecido sacerdote jesuita fue una fuerza pujante en incrementar la coordinación e impacto del trabajo de incidencia y cabildeo entre el Servicio Jesuita Latinoamericano y del Caribe (SJR-LAC) y el SJR/USA.
“El también era un convencido en la mejora de las condiciones de detención migratoria de los miles de detenidos en custodia en instituciones tanto del gobierno federal de los Estados Unidos como de los gobiernos locales”, puntualiza Ken Gavin.
El director del SJR/USA calificó al padre Christopher Lockard como una incansable voz para una reforma inmigratoria comprensiva y justa que respete los derechos y las contribuciones de las personas que se hallan indocumentadas en los Estados Unidos.
“Nosotros en el SJR/USA extrañaremos su calidez, su carisma personal y su profundo compromiso espiritual con los pobres y personas desplazadas de nuestro hemisferio. Sólo nos consuela, sin embargo, el saber que él vive hasta la eternidad en el seno de nuestro Señor, al que siempre lo llevó dentro de su corazón”, expresó.
Por su membresía en la Provincia Jesuita de Nuevo Orleáns, el funeral y el entierro del padre Lockard se realizarán en Lousiana.
Al sacerdote jesuita le sobreviven su madre, Sandra Chance Lockard y sus hermanas Linda Herntschel y Lane Niese.