Indiscutiblemente que la campaña con miras a las elecciones de medio tiempo, en ofertas para el electorado ha sido sino la más pobre, una de la más pobres, y una de las que ha salido menos fortalecido el sistema de partido.
Es necesario para el futuro diriamos que un gran encuentro entre elliderazgo nacio- nal, para no solamente variar el rumbo de las campañas, sino también para poner un to pe a lo que más bien parece una burla al hambre y la miseria del pueblo que pretenden representar y dirigir.
Pero apesar de eso, los dominicanos debemos acudir a las urnas, y de toda la gama que se nos ha presentado elegir lo mejor, conscientes de que no tenemos otra alterna-tiva que fortalecer con nuestro voto la democracia dominicana que no debe morir en las aspiraciones, malsanas algunas, de malos dominicanos.
Elegir a aquellos que saben a lo que van al Senado, la Cámara de Diputados, y los Ayuntamientos, demostrando con una elección selectiva que ya no somos el pueblo de guira y tamboras, de botellas de ron y promesas vacias.
Ir a votar por los que desde las posiciones, casi todos aspiran a la reelección, han sido consecuentes y serios con el mandato del pueblo, sin dejarse engrandecer por las posiciones, sin olvidarse de los barrios y de la cañadas, de los sitios insalubres en que mueren, más que vivir, parte de nuestro pueblo.
Lo repetimos urge una nueva estrategia a nivel de todos los partidos, un compromiso de hacer campaña no solamente respetando al contrario, sino ofetrtando más que botellas de ron, y fiestas a un pobre pueblo siempre digno de mejor suerte.
Vamos a las urnas, con el sentir de que estamos eligiendo con pinzas dentro de una inmensa gama de irrespetuosas figuras que quieren ser parte de nuestro congreso y de nuestros ayuntamientos, pero con pinzas se puede sacar lo que más vale de toda esa dolorosa y pobre oferta, porque al hacerlo estamos fortaleciendo la democracia, y enviando un mensaje al partidismo nacional, al parecer muy prevalido de su importancia para poner asunto a lo que piensa el pueblo.