VIENA.-Los presidentes latinoamericanos Evo Morales y Lula Da Silva bajaron la tensión. El mandatario de Bolivia acusó a la prensa de la guerra verbal con el de Brasil. Dos días después de que comenzó un cruce de declaraciones públicas entre funcionarios de ambos países, tramo en el cual el gobierno brasileño llego a amenazar con retirar a su embajador de Bolivia, los presidentes de Brasil y Bolivia, Evo Morales y Lula da Silva, se reunieron hoy en Viena, donde participan de la IV cumbre entre la UE, América Latina y el Caribe, para calmar los ánimos y ratificar que se mantienen como países aliados.
“Somos grandes aliados como países, como presidentes, como gobierno, y en este marco jamás van a poder hacernos enfrentar”, sostuvo Morales ante la prensa al término de la reunión con su par brasileño. Además, responsabilizó a la prensa por los cruces verbales. “Estamos siendo víctimas de algunos medios de comunicación que buscan enfrentarnos. No van a poder”, remarcó.
Respecto de la revisión de los precios que su país cobrará a la estatal brasileña Petrobrás por el gas que importa de Bolivia, Morales dijo que “está en manos de la comisión técnica”. “Los precios deben ser tomados en cuenta racionalmente para que beneficien a Brasil y Bolivia”, afirmó el presidente boliviano, antes de anticipar que el canciller brasileño Celso Amorim visitará su país y dar a entender que podría realizar una visita a Brasil en los próximos días. “Tengo muchas ganas de visitar Brasil”, deslizó.
Por su parte, Amorim dijo que “vamos a cambiar la página de los malentendidos'' y remarcó que tras la nacionalización de hidrocarburos bolivianos lo importante es “mantener el diálogo y la negociación”. Fue luego del encuentro de una hora y media que se realizó en una sala cercana a la habitación del hotel en que se hospedó Lula.
El jueves pasado, Evo Morales acusó a la empresa estatal brasileña Petrobras de haber trabajado “ilegalmente” debido a que sus contratos no habían sido ratificados por el Congreso boliviano.