PUERTO PRÍNCIPE, Haití, mayo 14, 2006.- Un aparente motín se ha registrado este domingo en la cárcel central de Puerto Príncipe, en la que se escuchan disparos y gritos mientras permanece rodeada y aislada por fuerzas especiales de la Policía. Muchos de los gritos que se escuchan desde el exterior de la cárcel central de Puerto Príncipe son precisamente lemas a favor de Préval.
Junto a las fuerzas especiales de la policía que ha rodeado la prisión se encuentran también efectivos militares de la Misión Especial de Naciones Unidas para la Estabilización de Haití (ONU).
El alzamiento comenzó horas antes de la juramentación de René Preval como nuevo presidente y se produjo en una penitenciaría a un kilómetro del parlamento, donde se realizaba la ceremonia.
Un centenar de presos se encontraban en el techo de la cárcel, según periodistas de AP Televisión. Alzaban lo que parecían ser los cadáveres de dos presos, coreaban "libertad o muerte'' y desplegaron una pancarta con la única palabra "Justicia''.
En lo inmediato no se informó oficialmente de víctimas en la prisión, rodeada por la policía haitiana y fuerzas de paz de la ONU.
Las Naciones Unidas ha exhortado a las autoridades que escuchen los reclamos de los presos. En marzo, la misión de paz denunció el encarcelamiento de miles de personas no condenadas por crimen alguno.
Apenas el 10% de los 4 mil presos han sido condenados, dijeron funcionarios de la ONU. La misión de la organización multinacional pidió a las autoridades que nombren una comisión para estudiar rápidamente la situación de los presos, caso por caso.
Según el enviado de la ONU, el chileno Juan Gabriel Valdés, una de las prioridades de Preval debe ser la reconstrucción del sistema judicial.
"En Haití, criminales en libertad gozan de impunidad casi total, en tanto inocentes y acusados por error languidecen en las prisiones'', escribió Valdés en una columna publicada el sábado en el diario canadiense Le Devoir.