SANTO DOMINGO.-La Iglesia Católica pidió apoyo para la Junta Central Electoral y a su vez exhortaron al tribunal de elecciones a que asuma con valentía, honestidad, responsabilidad, firmeza e imparcialidad”, la administración del proceso.
Los obispos en un documento emitido hace unas horas, recuerda a la JCE que el éxito de las elecciones está en tomar todas las previsiones y que el fracaso está en la improvisación.
Reclaman a la JCE que a la hora del conteo de los votos no consienta dilaciones y que ponga el mayor empeño “en disipar dudas y desconfianzas”.
Los obispos piden a los candidatos y líderes políticos que a la hora de recibir los resultados del tribunal los acaten con humildad y madurez. “Que nadie haga alarde provocativo y triunfalista”, añade.
La iglesia católica llamó ayer a la población a votar en las elecciones de este martes y pidió a la Junta Central Electoral (JCE) emitir los resultados sin dilación, a fin de disipar "dudas y desconfianzas".
“Dada la singular función de tribunal único sin apelación, esmérense sus integrantes en la transparencia de sus acciones. De su flaqueza o titubeo no vendrán sino males difícilmente mediable”, espresa la Conferencia del Episcopado.
Llamaron a la población a votar masivamente. Advirtieron que a los cargos electivos no deben ir “los corruptos, ineptos, egoístas, ambiciosos, irresponsables”, sino los capacitados y dotados de un servicio por el bien común.
Y agregaron que abstenerse sin una razón suficientemente grave es faltar a un deber, que dejar de votar es una irresponsabilidad que nos arrebata el derecho de reclamar a las futuras autoridades legislativas y municipales a que asuman el bien común, sobre el bien particular.
En el documento titulado “Reflexión sobre el pensamiento de los obispos en Torno a las Elecciones y la responsabilidad del voto”, los prelados advierten que el no votar sería “hacerse cómplice de los males que pudieran surgir de una mala elección”.
UN DEBER DE CONCIENCIA
Manifiestan que “especialmente” en las actuales circunstancias el voto representa un deber de conciencia y no por motivos personales y egoísta.
“Los obispos invitan a los católicos a votar por personas con cualidades que ofrezcan garantía para el futuro de la Iglesia y de la Patria, como son competencia, honestidad, generosidad, actitud dialogante, creatividad…”, dice el escrito de cuatro páginas.
El documento fue leído por el secretario general de la Conferencia del Episcopado Dominicano, Ramón Benito Ángeles, en una misa en la parroquia San Antonio dePadua, en Gazcue, y que fue destinada a la oración para que el proceso electoral transcurra en paz.
Los obispos piden a la ciudadanía que asuma con responsabilidad el reto que representa para el país las elecciones legislativas y municipales.
Recuerdan que desde 1963 hasta la fecha la Iglesia Católica le ha dado “un acompañamiento y un seguimiento muy serio a los procesos electorales”.
Pero advierten que aunque la Iglesia Católica reconoce la necesidad de la existencia de diversos partidos no tiene preferencia, no se identifica ni manda a votar o rechazar ninguna entidad partidaria.
“La participación en la política para los fieles constituye un deber verdadero y propio. Deben inscribirse en partidos que defiendan una auténtica política nacional”, agregan.
Insisten en que el ejercicio democrático del voto no es solo un deber cívico, sino un deber ético y religioso.
Expresan que no es razón suficiente abstenerse de no votar el alegar que ningún partido convence a la población, “pues no se trata de elegir lo ideal y perfecto, sino escoger lo mejor de lo posible: nadie es perfecto”.
Precisan que cuando los electores acudan a las urnas lo deben hacen por convicción propia y no en base al “miedo, chantaje, el soborno y la coacción”.
En su mensaje la Iglesia Católica pide a los partidos el cese de los ataques personales.
“Que se borre del discurso electoral las expresiones y tonos amenazantes y que la JCE de un ejemplo de eficacia, insobornabilidad y transparencia”, expresa.
Exhorta a los candidatos que si se ven en la necesidad de objetar algo indebido en el proceso electoral que recurran a los procedimientos legales, pero sin amenazas.
Sostiene que al recibir los resultados los triunfadores no pueden cometer “excesos provocadores y acusaciones falsas y baladíes de parte de los perdedores y sin rencor”.
El Episcopado recuerda a las entidades políticas que usar los partidos para premiar a los que se han destacado “es pervertir la naturaleza del partido y traicionar la nación. Es una grave inmoralidad”.