BAGDAD.-Seis soldados estadounidenses murieron en las últimas 24 horas a manos de los rebeldes, en diversos ataques perpetrados en distintas zonas de Irak, informó hoy el mando militar norteamericano en Bagdad.
Dos de los soldados muertos perecieron ayer al ser derribado el helicóptero en el que viajaban sobre Yussifiya, al sur de Bagdad. Según el mando estadounidense, la tripulación del helicóptero participaba en acciones de combate.
En la provincia de Anbar, en el oeste de Irak, insurgentes abatieron durante un combate a dos soldados de la Infantería de Marina estadounidense. Otros dos soldados murieron en el este de Bagdad a causa de la explosión de una bomba.
Mientras tanto, un grupo de niños iraquíes atacó hoy con botellas y piedras a soldados británicos que visitaban una comisaría de policía en la ciudad de Amara, en el sur del país, informaron testigos.
Uno de los soldados fue herido en la cara. No obstante, los soldados no arremetieron contra los niños, sino que rápidamente abandonaron la ciudad después del ataque, acotaron los testigos.
Ayer dos soldados británicos habían perdido la vida y uno más había resultado herido en un ataque con explosivos cerca de la ciudad portuaria de Basora.
En tanto, el jeque Mohammed Falak, representante en Basora del gran ayatolá chiita Ali al Sistani, rechazó las críticas expresadas por el gobernador de la provincia de Basora, Mohammed al Waili, quien había acusado a los comandantes de la policía, dirigentes políticos y religiosos de la región de mantener vínculos con "saboteadores" que cometen atentados terroristas y asesinan a personalidades de Basora.
En declaraciones que publica hoy el periódico iraquí "Al Sabah", Falak afirmó que el gobernador de Basora tiene parte de la culpa de la escalada de la violencia en Basora.
Además, los religiosos chiitas habían detectado durante visitas a varias cárceles en Basora señales de tortura en los prisioneros, señaló Falak, quien exigió que el gobernador asuma su responsabilidad por esos malos tratos.
Por otra parte, combatientes kurdos, conocidos como "peshmerga", capturaron a cuatro de los cinco presuntos terroristas que la semana pasada se habían fugado de la cárcel militar estadounidense de Susa, en el norte del país, informaron hoy medios de seguridad iraquíes.
Según las fuentes, los milicianos kurdos encontraron a los cuatro presos, considerados por el Ejército estadounidense como "terroristas muy peligrosos", en el terreno de una fábrica de asfalto en Suleimaniya.
En la cárcel de Susa se encuentran detenidos, entre otros presos, miembros de los grupos extremistas Ansar al Sunna, Ansar al Islam y Al Qaida en Mesopotamia.
El Ejército norteamericano informó entre tanto que dos soldados estadounidenses habían muerto anoche al estallar un artefacto explosivo en el este de Bagdad.