Los resultados de las elecciones congrensuales y municipales, tienen muchas lecturas, y más de un responsable.
Partiendo de lo que uno pudo oir en las calles, y en los mismos centros de votación, en las en-cuestas, lo que ha pasado es una rafaga tardía del huracán llamado PPH, el grupo lidereado por el Ex-Presidente Hipólito Mejia que tiene una tasa de rechazo de más de un ochenta porciento.
Su última metida de patas fué con los dos famosos cheques dsique dados a una candidato para que se pasara al partido de gobierno, indiscutible ganador de las elecciones de medio tiempo.
Pero la alta dirección del PRD, es igualmente responsable, porque hartos estamos de decir que no se puede convocar a las bases para que elijan y luego quitarle sus candidatos favoreciendo los particulares intereses de grupos.
Si fuera en otra nación esos funcionarios con los resultados obtenidos debieran renunciar, y dejar que las bases vuelvan de nuevo a retomar su papel de importancia en las decisiones que han de llevar al partido a una verdadera renovación, sacando de sus filas aquellos que no son bien vis- tos ni siquiera por los mismos miembros del PRD, que no estaban de acuerdo en votar por candi-datos impuestos.
La lección recibida tiene que servir para que en el futuro los candidatos del PRD sean lo suficientemente inteligentes para no dejarse arropar por apoyos que no ganan sino que llevan a perder.
Es hora de una revisión de un partido que pudo hacer mejor papel, pero que fué herido desde dentro, y que paga las consecuencias en unas elecciones que bien pudo salir mejor parado sino fuera por las rafagas del Huracán Hipóilito y su despreciable PPH.