SANTO DOMINGO.-El personal médico y de enfermería que trabaja en los centros de salud, por lo general, sufre de agotamiento emocional, deshumanización, estrés físico y falta de realización personal, entre otros síntomas, en lo que se conoce como síndrome de burn out.
Se trata de un síndrome clínico que en 1974 fue descrito por Freudemberg, psiquiatra que trabajaba en una clínica para toxicómanos en Nueva York. En esa misma fecha la psicóloga social Cristina Maslach, quien realizaba un estudio sobre las respuestas emocionales de los profesionales de ayuda, calificó a los profesionales afectados de "sobrecarga emocional" o síndrome de burn out (quemado).
Éste fue uno de los temas analizados durante la Jornada Nacional e Internacional de Humanización de la Salud, realizada recientemente por iniciativa del Despacho de la Primera Dama, tomando como base su línea de acción estratégica para apoyar las políticas sociales del Gobierno y el compromiso que tiene el país con el cumplimiento de los objetivos del milenio para el desarrollo sostenible al año 2015.
La conferencia intitulada Síndrome de burn out estuvo a cargo del licenciado Andrés Valero García, quien habló en representación de la Asociación de Enfermería Solidaria y del Colegio de Enfermería de Valencia. La actividad fue realizada en el marco de la cooperación interinstitucional con estas instituciones españolas y contó con el apoyo de la Escuela Valenciana de Estudios de la Salud, la Dirección Nacional de Enfermería de la Secretaría de Salud Pública y la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Autónoma de Santo Domingo.
El desarrollo de la jornada Nacional e Internacional de Humanización de la Salud parte del hecho de que el recurso humano es el principal capital que tiene una institución, el cual debe poseer, además de la capacidad técnica para el desempeño, una actitud humanística para el mejoramiento continuo de la atención de la salud.
El objetivo es desarrollar un proceso de capacitación dirigido a sensibilizar a los profesionales, técnicos y auxiliares de salud en torno a la humanización como estrategia para mejorar la atención en los servicios de salud y contribuir con el cumplimiento de los objetivos del milenio para el desarrollo sostenible.
Síndrome de burn out
Andrés Valero García precisa que la atención al paciente es la primera causa de estrés, así como de insatisfacción laboral. Asimismo, que el sufrimiento o estrés interpersonal del profesional de la salud se origina por la identificación con la angustia del enfermo y de sus familiares, lo cual reactiva los conflictos propios y la frustración de su perspectiva diagnóstica terapéutica con relación al enfermo.
Destaca que los factores que más inciden en la aparición del burn out son la edad, el sexo, estado civil, la turnicidad y antigüedad laboral, así como el salario y la sobrecarga laboral de los profesionales.
El especialista explica que entre las manifestaciones mentales destacan el sentimiento de vacío, agotamiento, fracaso, baja autoestima, impotencia, baja realización personal, nerviosismo, dificultad en la concentración y baja tolerancia a la frustración.
En cuanto a las manifestaciones físicas del burn out, Valero señala que se producen cefaleas (dolores de cabeza), insomnio, alteraciones gastrointestinales y taquicardias, entre otras.
Agrega que se presentan signos conductuales en los que predominan conductas adictivas, aumento del consumo de café, alcohol, drogas, absentismo laboral, bajo rendimiento, distanciamiento afectivo con los enfermos y compañeros, así como frecuentes conflictos dentro y fuera de la vida laboral.
Sostiene el profesional español que este problema se debe manejar desde una triple perspectiva: individual, en equipo y en el ámbito de la organización-empresa.
El especialista afirma que el manejo del burn out no puede manejarse sin abordar el propio esquema de ver las cosas y que pueden necesitarse procesos de adaptación, entre las expectativas y la realidad que se impone. Subraya que en cualquier profesión y más en la de salud es fundamental equilibrar áreas vitales, como la familia, amigos, aficiones, descanso y trabajo.
"Los compañeros de trabajo tienen un papel vital en la prevención del burn out en el diagnóstico precoz. Son los primeros en darse cuenta, antes que el interesado. Son importantes fuentes de apoyo, aunque también pueden ser desencadenantes de una rápida evolución del burn out", dijo.
Valero García señaló que los tres factores claves para la prevención empresarial del burn out son la formación, organización y el tiempo. Añade que es importante minimizar la burocracia con apoyo de personal auxiliar, formación laboral dentro de la jornada laboral, coordinación de los espacios compartidos y el diálogo efectivo con la gerencia.