INDONESIA. Los reportes procedentes de Indonesia dan cuenta que el número de muertos a aumentado a 3.002, luego del terremoto ocurrido este viernes y cuyo epicentro estuvo en Yogyakarta y del volcan Merapi. Aunque otras fuentes estiman que los fallecidos son unos 1.500. Aunque por el momento se desconoce la cifra de heridos o personas que han quedado sin hogar, el primer balance, efectuado por técnicos de Cruz Roja, estima en unas 200.000 las personas afectadas. "Estamos preparando todos nuestros dispositivos para proporcionar alimentos, tiendas de campaña y asistencia médica a unas 200.000 personas", aseguró a elmundo.es Anna Nelson, portavoz de la organización en Ginebra.
De momento, y pese a que en Indonesia ya es de noche, en la zona trabajan 400 voluntarios locales, y varios equipos internacionales (entre ellos uno formado por dos españoles) se dirigirán esta misma noche hacia la zona, para efectuar un amplio reconocimiento de las principales necesidades de los supervivientes.
El fuerte seísmo tuvo lugar a las 5.54, hora local (0.54 en la España peninsular), con su epicentro a 25 kilómetros de la populosa y turística ciudad de Yogyakarta, y a una profundidad de 17 kilómetros, según el Instituto Geológico de EEUU.
Yogyakarta está unos 25 kilómetros al norte de la costa del Océano Índico y 440 kilómetros al este de Yakarta. Según un portavoz del Ministerio de Asuntos Sociales, el balance no incluye a las personas aún enterradas y sepultadas bajo los edificios.
Según el servicio de noticias Detikcom, todos los hospitales de Yogyakarta están colapsados ante la avalancha de personas que acuden en busca de ayuda médica. Además, una fuente policial señaló que "numerosas casas han quedado destruidas total o parcialmente" en localidades de la costa al sur de esta ciudad.
Los lugares más afectados son Bantul, donde más de 2.000 personas han muerto, Yogyakarta, con un centenar de víctimas; Sleman con 55; Gununkidul con 27; y Kulonrogo con 7, según informa el diario digital 'Detikcom'. Según las declaraciones de testigos a los medios indonesios, Bantul ha sido destruido y "ni una sola casa ha quedado en pie".
El Gobierno indonesio ha ordenado el traslado inmediato de tiendas de campaña, agua potable, comida y medicinas a los campamentos de desplazados, situados en la falda del volcán Merapi, a tan sólo 30 kilómetros de Yogyakarta, que amenazaba con entrar en erupción este mes.
El aeropuerto de la ciudad permanece cerrado por los daños sufridos en la pista y las líneas telefónicas están saturadas. Mientras prosiguen los trabajos de rescate, el presidente indonesio, Susilo Bambang Yudhoyono, visitará mañana las zonas afectadas acompañado por varios ministros.
Yogyakarta, uno de los centros más turísticos de Indonesia por los famosos templos de Burubudur, se halla cerca del volcán Merapi, que ha estado en alerta máxima de erupción este mes, expulsando lava, gases y cenizas, y ha obligado a evacuar algunas poblaciones.
Los vulcanólogos apuntan a una posible relación entre la erupción y el fuerte movimiento de esta madrugada. Un especialista de Yogyakarta afirmó que el seísmo fue tectónico y no causado por el volcán, aunque el impacto del terremoto podría incrementar la actividad del Merapi, pese a que la ciudad de Yogyakarta es una de las más turísticas del país, donde se encuentran algunos de los templos indonesios más conocidos.
El Gobierno español ha expresado su "profunda consternación" por el terremoto y ha anunciado que la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) ha puesto en marcha el habitual dispositivo de emergencia a la espera de que Indonesia solicite ayuda.