LA PAZ, Bolivia.-La legislación latinoamericana vigente es claramente favorable a la reelección presidencial, tomando en cuenta que más de dos terceras partes de los países de la región (13 de 18) la permiten de manera inmediata o alterna.
El criterio corresponde al analista latinoamericano, Daniel Zovatto, quien explica que en países como Argentina, Brasil, Perú, Venezuela, Colombia y República Dominicana, la reelección consecutiva está permitida.
“En Bolivia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Panamá y Uruguay, sólo es posible transcurrido al menos un mandato presidencial, mientras que en Guatemala, Honduras, México y Paraguay, la reelección está totalmente vedada”, menciona.
Asimismo, menciona que la tendencia regional de las reformas durante los últimos 25 años, es también claramente favorable a la reelección presidencial ya que de diez países que modificaron su normativa sobre el tema, siete lo hicieron a favor y solo tres en sentido contrario a la misma.
“Argentina, Brasil, Perú, Venezuela, Colombia y República Dominicana pasaron de la reelección alterna a la inmediata; Ecuador pasó de la prohibición total a permitir la reelección después de un mandato presidencial. En Costa Rica, la decisión de la Sala Constitucional reimplantó la reelección de manera alterna”, señala.
Aclara además que hay países donde la reelección inmediata estaba permitida, pero actualmente esa posibilidad hoy no existe: en Paraguay está prohibida en todo momento; en Nicaragua sólo se admite la reelección después de transcurrido un periodo.
“Siete de las diez modificaciones favorecieron la reelección presidencial (inmediata en seis países y alterna en dos), mientras que otras tres reformas la prohibieron (por completo en dos casos).
PRESIDENTES REELECTOS
Cabe señalar, opina Daniel Zovatto, que la totalidad de las últimas reformas en favor de la reelección, especialmente bajo su modalidad consecutiva, tuvieron nombre y apellidos: Menem en Argentina, Cardoso en Brasil, Fujimori en Perú, Chávez en Venezuela, Mejía en República Dominicana y Arias en Costa Rica.
Agrega que las reformas se llevaron a cabo durante la presidencia del mandatario que buscaba su reelección inmediata, y que de hecho la logró en los cuatro primeros países. Sólo Mejía, en República Dominicana, fracasó en su intento de lograr la reelección inmediata.
Por otra parte, menciona que la experiencia comparada latinoamericana del último cuarto de siglo ofrece interpretaciones para todos los gustos ya que en siete de los trece países que permiten la reelección inmediata o alterna (Argentina, Uruguay, Bolivia, Brasil, Perú, República Dominicana y Venezuela), la medida se ha ejercido en alguna ocasión. Venezuela es el único país en el que dos presidentes tuvieron un segundo mandato, esto son Carlos Andrés Pérez y Rafael Caldera, pero ahora, el actual presidente Hugo Chávez, vía referéndum prorrogó su mandato.
En El Salvador y Chile, si bien la reelección es permitida, ningún ex presidente ha buscado hasta la fecha su reelección. En Panamá, el ex presidente Balladares intentó aprobar durante su mandato, vía referéndum, una reforma para pasar de la reelección alterna a la consecutiva, pero no lo consiguió.
Por su parte, el ex presidente Endara, que gobernó Panamá a inicios de los años noventa, buscó su reelección (alterna) en las pasadas elecciones de mayo de 2004 pero fracasó. Por último cabe señalar los casos de Nicaragua y Ecuador, países en donde, pese a los intentos de varios ex mandatarios -Daniel Ortega en el primer caso; Borja, Febres Cordero y Hurtado, en el segundo-, ninguno la ha conseguido hasta la fecha.
DEBATE
Desde el punto de vista de su conveniencia o perjuicio, Daniel Zovatto, explica que existe un debate interminable que a menudo adolece de confusiones importantes (no se diferencia entre sistemas presidenciales y parlamentarios), o en el que se hace caso omiso de las diferencias de cultura política (entre el presidencialismo norteamericano y los latinoamericanos), las cuales sin duda juegan un papel crucial en el tema.
Los críticos argumentan que la reelección expone al sistema político al riesgo de una “dictadura democrática” y refuerza la tendencia hacia el liderazgo personalista y hegemónico inherente al presidencialismo.
Agregan además que los segundos mandatos son por lo general de mala calidad. Desde 1978 a la fecha, siete experiencias parecen confirmar los argumentos acerca de estos peligros y defectos:
La de Stroessner en Paraguay (inconclusa debido al golpe de Estado de 1989, luego de varias reelecciones sucesivas), la de Balaguer en República Dominicana (acortado su último mandato de cuatro a dos años debido al fraude cometido durante su última reelección en 1994).
La de Fujimori en Perú (inconclusa debido a su fuga del país por fraude y corrupción), la de Menem en Argentina (acosado por problemas económicos, desempleo y denuncias de corrupción), los segundos gobiernos de Carlos Andrés Pérez (inconcluso por destitución) y de Rafael Caldera.
Finalmente, la renuncia anticipada de Gonzalo Sánchez de Lozada en Bolivia durante su segundo mandato.
DEFENSORES
Los defensores de la reelección, por el contrario, sostienen que ésta permite aplicar un enfoque más “democrático”, en la medida en que posibilita a la ciudadanía elegir con mayor libertad a su presidente y responsabilizarlo por su desempeño, premiando o castigando según sea el caso.
Si bien son únicos en América Latina durante los últimos 25 años, los ejemplos de Cardoso en Brasil (inmediata) y de Sanguinetti en Uruguay (alterna), constituyen experiencias moderadamente positivas de ambas modalidades de reelección, aunque en ambos casos el primer mandato fue más exitoso que el segundo.
Finalmente Daniel Zovatto, opina que existen argumentos, legislación, reformas y experiencias para todos los gustos, pero, a diferencia de lo que algunos opinan, la reelección es una cuestión compleja y altamente controversial, que no se presta a una lectura simple ni univoca.