WASHINGTON.- La federación sindical AFL-CIO expresó el martes su decepción por el proyecto de reforma de inmigración aprobado por el Senado, indicando que en vez de legalizar a unos 12 millones de indocumentados que ya viven en Estados Unidos crea más bien tres tipos de clases sociales entre ellos.
"Estamos profundamente decepcionados porque el Senado ha dejado pasar una oportunidad histórica para entrar en una reforma migratoria justa, importante y amplia", dijo John Sweeney, presidente de AFL-CIO, que se convierte así en la primera organización popular importante de la nación en rechazar el proyecto aprobado el jueves.
El proyecto, que pasará ahora a la conferencia de armonización con otro de la Cámara de Representantes, divide a los indocumentados en tres categorías según las cuales acceden o quedan marginados de diversos tipos de beneficios.
Los que están más de 5 años ilegalmente en Estados Unidos tienen la primera opción de convertirse en residentes; los que tienen entre dos y 5 años deben desplazarse a algún punto de entrada en la frontera y pedir su retorno; y los que estén por menos de dos años deberán salir de Estados Unidos.
Las categorías sociales creadas por el proyecto del Senado son "antidemocráticas, injustas e inejecutables", dijo Sweeney en una declaración escrita.
Indicó que con ello se creaba más bien "una sociedad de castas en las cuales millones de trabajadores inmigrantes se verán más forzados a la marginación en la sociedad estadounidenses haciéndolos vulnerables de explotación".
El proyecto de la Cámara de Representantes no tiene provisión alguna sobre legalización de indocumentados ni de trabajadores temporales. Se concentra más bien en temas de seguridad fronteriza y severo cumplimiento de la ley, y ha sido calificado por el presidente George W. Bush como el "comienzo de un diálogo nacional".
Bush, quien ha expresado también su satisfacción por el proyecto senatorial, ha recibido críticas por ese comentario, particularmente de sectores de la oposición demócrata.
Luis Miranda, portavoz del comité nacional del Partido Demócrata, lamentó esa expresión indicando que el proyecto de la cámara baja al declarar delincuente a todo extranjero ilegal en el país y disponer la construcción de muros en hasta un tercio de la frontera con México "no puede ser tomado como apertura de un diálogo".
Fuentes legislativas han dicho que la armonización de los proyectos de las dos cámaras quizás esté concluida a fines de julio.