SANTIAGO.- Un fuerte y prolongado aguacero, acompañado de estruendosas descargas eléctricas y la caída de granizos, inundó por completo esta ciudad la tarde de este martes, convirtiendo el perímetro urbano en un verdadero caos. Desbordamientos de ríos y cañadas, paredes y casas colapsadas, calles y avenidas anegadas y vehículos impedidos de funcionar, fue el resultado inicial de esas lluvias.
Los primeros vestigios de lo que sería un memorable aguacero, se dejaron sentir a eso de las 4:38 de esta tarde y, 20 minutos después, la cotidianidad citadina experimentó un giro de 180 grados.
En cuestión de minutos la ciudad se transformó, para dar paso a los entaponamientos de vehículos, que no podían continuar su marcha por desperfectos en sus motores, a causa de las aguas que corrían por calles y avenidas.
Mientras en el casco urbano se vivía esa experiencia, las cañadas que atraviesan la ciudad desde diferentes latitudes, pero que confluyen en el río Yaque del Norte, comenzaron a recibir en sus lechos las aguas provenientes de las lomas, las que terminaron inundando las casuchas más próximas a sus afluentes.
Contrario a ocasiones anteriores, en esta oportunidad los intensos aguaceros vinieron acompañados de fuertes y constantes descargas eléctricas, así como de una granizada no observada aquí en los últimos años.
Se tiene conocimiento de deslizamiento de tierra en diferentes barrios locales, así como la caída de paredes, algunas de las cuales estropearon casuchas levantadas al pie de las mismas.
Los fuertes y prolongados aguaceros (que todavía a las siete de la noche se sentían, aunque con menor intensidad) impidieron que los socorristas de la Defensa Civil, Cruz Roja y Bomberos salieran de sus centros de operaciones a auxiliar a los necesitados.
Francisco Arias, presidente provincial de la Comisión Nacional de Emergencia, dijo a la prensa, en el transcurso de ese fenómeno atmosférico, que los voluntarios se mantenían a la expectativa, a la espera de que las lluvias permitieran que ingresaran a los tradicionales lugares donde las inundaciones causan mayores estragos.