NUEVA ORLEANS.- El sistema de protección contra huracanes en Luisiana quedó desbordado ante la magnitud de Katrina debido a su desorganización e información desfasadagún un informe del Cuerpo de Ingenieros del Ejército difundido este jueves.
"El sistema no funcionó como sistema", según el informe, difundido el primer día de la temporada de huracanes del Atlántico del 2006. "La protección contra los huracanes en Nueva Orleáns y el sudeste de Luisiana sólo tenía de sistema el nombre".
El informe de más de 6.000 páginas incluye detalles sobre los defectos de ingeniería y diseño que causaron el colapso de los diques en las afueras de la ciudad debido a la tormenta del 29 de agosto y el derrumbe de los muros de contención dentro de Nueva Orleáns.
Katrina dañó 270 kilómetros de los 560 kilómetros de diques y muros de contención que protegían Nueva Orleáns y que causó más de 1.570 muertos en Luisiana.
El informe indicó que el sistema de protección contra los huracanes era inadecuado e incompleto, construido sin coordinación alguna a lo largo de varias décadas con una información topográfica anticuada.
Sin embargo, el informe no mencionó otros interrogantes planteados por organismos, centrándose en el diseño de los diques, modelo de tormentas y el tipo de tierra utilizado en los muros de contención.
El teniente general Carl Strock, director del Cuerpo de Ingenieros, dijo que el organismo acepta su responsabilidad por los fracasos de supervisión que permitieron la tragedia.
"Simples palabras no restaurarán la confianza pública en el Cuerpo", indicó Strock.
El Cuerpo de Ingenieros es responsable del mantenimiento de puertos y vías navegables. En Luisiana supervisa además la construcción de diques, desvío de ríos y mantenimiento de zonas costeras en el delta del río Misisipí.
El Cuerpo de Ingenieros ha gastado ya unos 800 millones de dólares en la reparación y mejora de los diques que protegen Nueva Orleáns y piensa gastar otros 3.700 millones de dólares en los próximos cuatro años para aumentar su altura, espesor, aumentar la capacidad de las estaciones de bombeo e instalar más compuestas reguladoras para impedir que las olas creadas por el huracán entre en los canales de la ciudad.